Mujer muestra sus quemaduras en redes sociales para incentivar el amor propio

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Una mujer estadounidense sufrió un grave accidente que marcó su cuerpo de por vida. Hoy, más segura que nunca, observa sus cicatrices con amor

Las cicatrices, para muchas personas en general significan un recuerdo malo de alguna lesión importante que tuvieron. En el caso de Sylvia Mac no fue distinto, pero además, sus marcas fueron un impedimento para desarrollar una vida común, hasta que decidió cambiar su forma de mirarlas

Un grave accidente 

Sylvia Mac, una mujer oriunda de Estados Unidos, tenía cuatro años cuando sufrió un grave accidente que le cambió por completo su vida. Sus padres, quienes luchaban cada día para llegar a fin de mes, no tenían en su apartamento agua caliente es las duchas para poder bañar a sus cuatro hijos.

Por el mismo motivo, la madre de Mac cada día hervía agua en un tazón gigante para después poder bañar a sus pequeños. Un día Mac, mientras jugaba a las escondidas con su hermana, decidió ocultarse  en el baño del hogar. Sin darse cuenta, cuando su hermana la encontró, cayó asustada sobre el agua caliente recién hervida. Solo se podían escuchar gritos en la casa.

Los progenitores de la niña se apuraron en llevarla a un centro especialistas en quemaduras a las afueras de la ciudad. Los doctores al ver las lesiones de Mac, solo pronosticaron lo peor: La pequeña no sobreviviría. Pero, de milagro, poco a poco la afectada comenzó a mejorar y despertar de su estado de shock.

Baja autoestima

Los siguientes años fueron los más duros para la mujer. En la escuela tenía pánico que sus compañeros vieran su piel llena de cicatrices en su espalda, barriga y parte de su cuello. Mac siempre recuerda cuando debió ducharse después de una clase de deporte y que los otros adolescentes la llamaron “piel de serpiente”.

A la hora de salir con chicos, la mujer también sufría de gran nerviosismo. Sabía que cada vez que la acariciaran, sentirían los surcos en su piel producto a las quemaduras. Mac solamente sucumbió a la depresión por el estrés provocado por su baja autoestima. Pero, todo cambió un día cuando menos lo esperaba.

Amor propio 

En unas vacaciones en la playa de Mac, su madre y su hijo, cuando ya estaba en sus 40 años, la mujer sufrió un nuevo episodio desagradable de burlas. Cuando estaba usando su pareo para tapar su cuerpo, vio que un hombre comenzó a grabarla porque sus cicatrices se veían a través de la tela.

Mac se cambió de puesto, pero el joven la siguió. Intimidada, la madre de la mujer le sugirió que mejor salieran de la playa. Cuando se sentaron en una banca, Mac vio a su progenitora cabizbaja afectada por las burlas que recibía su hija. Fue ahí cuando decidió que su cuerpo jamás volvería a influirle.

Mac se sacó su pareo, caminó hacia la playa y comenzó a gritar. “Mamá mírame, estoy sin nada, mostrando mis cicatrices”. Desde ese momento, la mujer tomó la confianza necesaria para que nadie nunca más la volviera a hacer sentir incómoda.