Estudio afirma que las mujeres solteras y sin hijos son las personas “más felices”
No es fácil definir la felicidad ni el bienestar entre un grupo de personas. No sólo porque es un concepto muy subjetivo, haciendo difícil comparar la felicidad de una persona con la de otra.
Sino porque además la percepción de ésta cambia con el tiempo, habiendo personas que en un periodo determinado creen haber o no haber sido felices, y luego al mirar al pasado consideran todo lo contrario sobre ese mismo momento.
Pese a toda esta complejidad, el profesor de Ciencias de la Conducta en la Escuela de Economía de Londres, Paul Dolan, decidió sistematizar los datos sobre la experiencia de distinta gente e identificar a un “tipo ideal” de persona feliz, recogió Pijama Surf.
En base a esto, buscó definir las características que reunían la mayoría de las personas con mejor calidad de vida, para crear un “Tipo” (ya sea, hombre anciano casado, mujer joven deportista, etc).
El profesor basó su investigación en la base de datos de la Encuesta del Uso del Tiempo en Estados Unidos. Con estos datos, analizó a personas de distinta edad, sexo y forma de vida según sus hábitos de salud, bienestar, calidad de vida y otros índices similares en periodos amplios de tiempo.
La mujer soltera y sin hijos: la más feliz
Sorprendentemente, y contrario a lo que interiorizamos de la cultura (con frases como “se pasó el tren” o el de “solterona amargada”) , las personas más felices y con mejor calidad de vida resultaron ser en su mayoría mujeres solteras y sin hijos.
Este subgrupo poblacional tiene los mejores índices de bienestar, además de que su esperanza de vida es mayor que las mujeres casadas y con hijos.
A qué se debe esta cifra
Pese a todo, puede ser que la causa de esto no sea el estar soltera en sí, sino las condiciones sociales y afectivas de las personas que se casan y tiene hijos.
Dolan manifiesta que lo expuesto en su estudio puede deberse a que las relaciones de pareja no sanas minan la salud de las mujeres.
Por otra parte, no hay que olvidar que las mujeres casadas son las que tienen en su mayoría la carga doméstica, teniendo que cumplir con su hogar y su trabajo, dando origen al llamado “síndrome de la mujer agotada”.
Eso, sin mencionar el costo de vida de cada hijo y la remuneración media que tiene cada país, lo que ciertamente da más preocupación a las madres que las mujeres que sólo deben preocuparse de ellas mismas.
¿Por qué las mujeres y no los hombres?
En una charla dada por Dolan en Festival del Hay, recogida por La Vanguardia, se indicó que la diferencia entre mujeres y hombres casados es que los hombres tienden a recibir más beneficios de estar casados que las mujeres (quienes suelen tener sólo más cargas y minar su carrera).
“Se siguen menos riesgos, ganas más dinero en el trabajo y vives un poco más. Ellas, casadas y con hijos, tienen por otro lado que hacer frente a esa situación, muriendo mucho antes que si nunca se hubieran casado”, señala.
“Los datos lo demuestran, aunque simplemente diré: si eres un hombre, probablemente deberías casarte. Si eres una mujer, no te molestes”, explica el experto.
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