Mujer vive hace más de 27 años en un centro penitenciario: “Estoy encarcelada sin ser delincuente”

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La mujer vive en el penal más grande de Perú sin haber cometido un delito, ni estar cumpliendo una condena.

Juana Lazo de 74 años lleva más de 27 años dentro de un centro penitenciario, fue en 1996 cuando expandieron el terreno del penal y su casa quedó dentro de las inmediaciones. No solo eso, debe pedir permiso y ser revisada para entrar y salir de su hogar.

La mujer acusa una venganza en su contra, pues testificó contra la Guardia Republicana (un equivalente a gendarmería en Perú), luego de presenciar la muerte de ocho presos y una monja en las afueras del recinto penal.

Venganza por testificar contra los gendarmes

“Yo di mi testimonio al fiscal Mario Miranda y les dije que la Guardia Republicana había disparado. En ese momento, ellos gritaron que el cerro y mi casa debían desaparecer y demoler, me amenazaron”, declaró Juana al medio República de Perú.

"Quiero que me indemnicen por todo lo que me han hecho. No pido reubicación porque estoy segura de que me mandarían a los quintos infiernos", comentó la mujer, quien asegura que en los planos originales de la cárcel, su propiedad quedaba fuera del cerco.

Actualmente, la mujer vive sola y debe pedir permiso para entrar y salir de su hogar, además ser revisada por los encargados cada vez. Crio a sus hijos entre guardias y reclusos, sufriendo las penurias de vivir rodeada de delincuentes.

"Me han robado siete veces dentro del penal. Yo necesito estar tranquila porque sufro de epilepsia, hasta los médicos me los han dicho. No es dable que a mi edad tenga que pasar por denuncias y calumnias. Por eso le pido a las autoridades que reflexionen y ya no me hagan pasar por esto", implora finalmente Juana.