Mujer adoptó a bebé para que tuviera una mamá en sus últimos días: el amor y las risas lo salvaron
Silvina Avellaneda siempre soñó con ser mamá y según lo que cuenta, estaba dispuesta a todo por lograrlo y darle amor a ese bebé que no pudo gestar en su vientre.
En el año 2007, Silvina tenía 29 años y tomó una importante decisión que cambiaría su vida: se inscribió en un programa de adopción y su espera por un bebé duró solo nueve meses.
“Cuando yo quedé inscrita, es ahí donde dije que no tenía ningún problema en que tuviera alguna discapacidad o alguna condición de salud especial. Para cualquier hijo, que venga como venga”, dijo Avellaneda al portal Infobae.
“Hay un bebé en grave estado en la ciudad de Córdoba, está internado. Y puede ser que se esté muriendo. ¿Vos querés? ¿te animás?”, le dijo la voz del otro lado del teléfono. El bebé había perdido a su madre biológica y esperaba ser adoptado.
Silvina aceptó y luego de entrevistas con una psiquiatra, una psicóloga y una trabajadora social, la aprobaron como familia sustituta de este niño durante 30 días.
Silvina viajó hasta el Hospital Español de Córdoba donde conoció al pequeño bebé quien tenía desnutrición en etapa tres y tenía que ser sometido a una terapia intensiva. Sin embargo, lo único que le importaba a la mujer era poder acompañarlo en sus últimos días.
“Quería entregar eso y que sea lo que Dios quiera. Si sobrevivía este hermoso, mejor para mí. Y si no, que se fuera amado por su mamá”, dijo Silvina al medio argentino.
Un verdadero milagro: bebé logró salvarse
El bebé apenas pesaba 2 kilos 700 gramos y tenía hidrocefalia cuando ella lo tomó en sus brazos por primera vez. Sin embargo, durante el mes que habían aprobado a Silvina, el pequeño a quien nombraron Francisco, comenzó a mejorar poco a poco.
“Él empezó a reírse, fuerte también. Hermoso. Parecía que era sordo, pero después fue pasando el tiempo y fue conectando solito”, mencionó.
“Y llegó el primer cumpleaños divino, el segundo, el tercero. Y estaba cada vez mejor”, cuenta Silvina.
Cuando Francisco cumplió 7 años recibió el diagnóstico. Tenía un desfasaje cognitivo leve y tenía que acudir a terapia psicológica y de psicopedagogía.
Sin embargo, 17 años después de su adopción, Francisco es un joven “muy sociable, muy simpático y tiene mucha energía”, describe su madre, adicional a esto le gusta ir al parque a andar en bicicleta.
“Quiere ser policía y anda vigilando. Le gusta salir mucho. Y también comprarse cosas como a todos los chicos”, cerró la madre de Francisco.