La mujer que intentó degollar a sus tres hijos pequeños: Quería la casa ‘tranquila’ para su marido
El pequeño de dos años y los mellizos de seis meses lograron sobrevivir al ataque de su madre.
Christina Booth estaba casada con un militar con quien tenían 3 hijos, un niño de 2 años y dos mellizos de 6 meses. Depresión posparto, traumas de la infancia y estrés postraumático son algunos de los gatillantes del horrendo crimen.
Thomas Booth, esposo de Chistina tenía que viajar continuamente a Oriente Medio, pues al ser militar debía oficiar sus labores allá. Mientras tanto en Estados Unidos, en el hogar se quedaba Christina sola llevando a cuestas las labores del hogar y el cuidado de los niños.
Fue poco el tiempo que tuvo de descanso desde el nacimiento de su hijo mayor a los mellizos, en su segundo embarazo desarrolló depresión posparto. Su personalidad cambió drásticamente según vecinos y amigos de la pareja.
Fue un día en que su esposo estaba en casa que disfrutaban de una película, habían preparado la velada con cabritas y cerveza, pero la película debía ser continuamente pausada, pues si uno de los niños se despertaba, los otros dos hacían lo mismo y Christina no volvía hasta que los tres dormían nuevamente.
Pero poco les duraba la calma y Thomas se molestaba cada vez más por las interrupciones, sin pararse ni una sola vez del sillón para atender a sus hijos. Hasta que llegó el momento en que Christina colapsó, ensangrentada y medio desnuda llegó gritando hasta donde su esposo por lo que había hecho, según describe Infobae.
El horrendo crimen
La última vez que sus niños despertaron, la película había terminado, el mayor despertó a los mellizos y Christina bajó a la cocina por un cuchillo, con el cual cortó el cuello de los tres niños. Cuando se presentó frente a su esposo que estaba en el sillón bebiéndose su última cerveza gritó “¿Qué hiciste? No lo puedo creer”.
Mientras Christina le pedía desesperadamente que llamara a emergencias, ella llamó e intentó explicar que los estaba amamantando cuando de repente no paraban de llorar. Thomas le quitó el teléfono y dijo a los operadores que los niños sangraban por el cuello.
Con primeros auxilios cerraron las heridas de los pequeños y lograron estabilizarlos evitando que se desangraran. Al interrogar a la mujer ella confesó que pasaba por un momento difícil y explicó “sabía que si mataba a todos los niños, la casa estaría tranquila para Thomas”.
“Durante la entrevista, la mujer rompió a llorar varias veces, gritó que Thomas nunca ayudaba con los niños y vomitó culpa de los nervios”, detalló el fiscal en el juicio. Pero fue su madre adoptiva quien impactó con sus declaraciones.
Christina tenía 2 años cuando su madre fue violada y asesinada ante sus ojos, sufriendo además de abuso sexual hasta los cuatro años, cuando fue finalmente adoptada, pero padecía un estrés postraumático que resurgió junto con la depresión posparto.
Thomas habló en favor de su esposa, recordó que el día de la tragedia, la mezcla del alcohol con las pastillas para la depresión posparto le afectaron especialmente. “Balbuceaba en vez de hablar y le costó levantarse para ir a ver a los chicos”, recordó el militar.
Christina fue condenada a 14 años y 6 meses de prisión, su esposo y su madre solicitaron que pudiera ver a sus hijos, pero las visitas le fueron denegadas. “Estoy disgustada conmigo misma. Nunca me lo voy a perdonar”, dijo la mujer en los tribunales.