Fue secuestrada de bebé: 23 años después resolvió el caso por su cuenta

La mujer fue secuestrada desde el hospital cuando tenía menos de 20 días de nacida y a sus 23 años descubrió que había sido secuestrada.

Carlina llegó hasta el hospital central de Harlem en Manhattan, Nueva York, con 40 grados de fiebre, los médicos determinaron que había tragado meconio (desechos de líquido amniótico) al momento de nacer.

Debían dejarla internada, alguno de los padres tenía que quedarse, pero antes de eso irían a casa a buscar lo necesario. Una de las enfermeras insistió que fueran a casa, que ella cuidaría a la pequeña, pero nunca la volvieron a ver.

Carl Tyson, padre de Carlina debía ir a trabajar, mientras que la madre Joy White tenía que ir a buscar lo necesario para pasar la noche en el hospital, pero no se animaba hasta que la enfermera la convenció de ir mientras ella se encargaba de la niña “La bebé no llora por ti, tu lloras por la bebé”, le dijo la mujer.

Ya en casa tomando un pequeño descanso, los padres recibieron una llamada, la niña había desaparecido. Llegaron al lugar, nadie sabía dónde estaba la niña y nadie sabía quién era la enfermera que les habló, pero la mujer llevaba semanas rondando la zona de pediatría.

La enfermera fantasma

Annugetta “Ann” Pettway sufrió una vida de maltratos por parte de su madre, se refugió en las drogas y su entorno se movía en ese mundo. De sus relaciones esporádicas quedó embaraza varias veces, todas resultaron en abortos involuntarios y ese dolor caló hondo en su salud mental.

Convenció a su entorno de estar embarazada y partió a otra ciudad por varios meses, volvió con un bebé, después de semanas paseándose en la unidad de pediatría encontró en Carlina la oportunidad ideal.

Carlina creció cono Nejda ‘Netty’ Nance, tuvo una infancia feliz y lo único que le llamaba la atención era lo diferente que era a su familia, pero no fue hasta sus 18 años que todo empezó a desvelarse.

Netty quedó embarazada y necesitaba su certificado de nacimiento para acceder a los beneficios sociales, pero su madre se negó. Luego de presentar un certificado de nacimiento falso la verdad llegó de golpe, su madre confesó que no era su hija pero inventó que la habían botado en la puerta y Netty nunca lo creyó.

Luego de una intensa búsqueda y tras años de incertidumbre, en el año 2010 Netty encontró un afiche de un bebé secuestrado que era igual a su hija. Se realizaron exámenes, se reunió con su familia biológica y su madre ‘Ann’ se dio a la fuga.

Finalmente, tras un largo juicio Ann fue condenada a 12 años de prisión, pena insuficiente para los padres biológicos de Netty, pero la joven vivía en la dualidad de querer a su familia biológica, a quienes ni siquiera conocía, y amar a la madre que la crio, no asistió a ningún juicio y nunca se separó de la mujer que fuera su secuestradora.