Excandidata a Miss Chile se refirió a su dramática historia tras vivir dos años encerrada: “me sentía muerta en vida”
Esta semana se dio a conocer la terrible situación que vive Pilar, ex modelo de Sábado Gigante y excandidata a Miss Chile, quien, según acusaron sus vecinos, viviría encerrada en su casa.
Mediante cartas que ha hecho llegar a sus vecinos, Pilar comenta que no puede salir de la casa ni tampoco recibir objetos de gente externa. Pese a esto, sus propios vecinos le lanzan comida por sobre la pandereta del domicilio para que pueda alimentarse.
A través de las cartas, la excandidata Miss Chile cuenta que su hermano la tiene sin carnet de identidad ni teléfono, de modo que está completamente desconectada.
Excandidata a Miss Chile culpó a su hermano
Este jueves, Pilar, la excandidata a Miss Universo, reveló que fue liberada y en conversación con Chilevisión explicó lo que ha vivido durante los últimos años.
“Pasaron muchas cosas. Se empezó a mover el Cesfam, se empezó a mover el alcalde, como que se asustaron”, dijo al mencionado medio.
Asimismo, contó que “me vinieron a evaluar, me encontraron excelente. Esto es volver a la vida, porque aquí yo me sentía muerta en vida. Pedí ayuda a Carabineros, a la PDI, ahora hay una denuncia en Fiscalía”.
Al ser consultada sobre el encierro, la exmodelo indicó que “esto empezó el 2019. Mi hermano, a los dos meses de fallecer mi madre, me quitó las llaves de la casa, porque según él caminaba con las piernas a la rastra”.
“Si yo quería hacer algo, tenía que pedir la llave. Y si no decía dónde iba, no me pasaban las llaves”, agregó.
Luego, contó que “al principio, cuando me encerraron, me faltó comida. Cuando jubilé a los 60 años, en 2020, pasarían siete meses y mi hermano me quita la CuentaRut. Ahí empezó él a comprar la mercadería y yo me puse firme. (Le dije) ‘si me vas a traer las cosas, trae lo que uno te pide’. Yo cocinaba”.
Excandidata a Miss Chile había perdido la esperanza
Pilar dio cuenta de su total desesperanza: “Dejé de creer en Dios, le pedí tantas veces que alguien me ayudara que nada resultaba. Ahí le empiezo a pedir a mis padres, fue el último intento: ‘viejitos, mándenme a una persona que me ayude’, y a las pocas semanas llegó una amiga, se puso las pilas, y empezamos a hacer todo lo que estamos haciendo ahora”.
“Desde que me encerraron me dijeron que me iban a llevar a una casa de orates”, dijo, por lo que si escapaba, le podría dar una razón a su hermano para concretar la amenaza.
“Siempre la familia fue unida, mucho amor, entonces no entiendo por qué la actitud de mi hermano”, finalizó.