¿Por qué vemos porno? Especialistas abordan el tema
No es ningún secreto que la pornografía puede dar una visión sesgada de las relaciones sexuales, sin embargo, consumir este tipo de contenido se ha convertido en un hábito para muchos.
De acuerdo al diario El Español, se calcula que la industria del porno mueve 83.000 millones de euros al año (casi 80 millones de pesos chilenos). No obstante, poco se habla de este asunto en la literatura científica, ni siquiera en las revistas especializadas en sexualidad.
Siguiendo esta línea, al parecer el consumo de pornografía es una práctica más común de lo que parece. De tal manera, surge la pregunta: ¿por qué la gente ve pornografía?
Es más, cuando esto sucede, muchas parejas de consumidores de pornografía se preguntan: si mi pareja está satisfecha con nuestras relaciones sexuales, ¿por qué sigue viendo pornografía? ¿No soy suficiente?
El consumo de pornografía
Según un equipo de investigadores dirigido por Beáta Bőthe, solo el 5,94 % de los consumidores de pornografía en su estudio dijeron que veían pornografía debido a una “falta de satisfacción sexual”. En otras palabras, la mayoría de los consumidores de pornografía miran pornografía por razones distintas a que su pareja no es “suficiente”.
De acuerdo a la revista de psicología La Mente es Maravillosa, la pornografía tuvo su auge en 1960. De repente, las revistas de esta temática pasaron a ocupar los escaparates de los quioscos y también los rincones más recónditos de las casas. Actualmente, cientos de películas e imágenes pornográficas están al alcance de cualquiera en la red.
Ahora bien, ¿qué sucede realmente en nuestro cerebro cuando vemos un cuerpo siendo acariciado y tocado? ¿Cuánto porno es común ver? ¿Y realmente importa que las mujeres vean menos porno que los hombres? Te respondemos estas interrogantes a continuación:
¿Cuáles son las razones por las que la gente ve pornografía?
1. Para emular el sexo casual
Debido a que la mayor parte del contenido de las películas pornográficas contiene actos y escenas sexuales que inducen estados de ánimo y emociones similares a las provocadas durante el sexo casual y las relaciones sexuales, se puede argumentar que el consumo de pornografía sirve como sustituto del sexo casual.
Como tal, las personas que están orientadas al sexo a corto plazo pueden ver películas pornográficas para satisfacer su necesidad de estimulación que normalmente reciben durante el sexo casual.
2. Por las emociones que nos despierta
El porno nos despierta ciertas sensaciones comunes. El problema está en el tipo, la frecuencia y la función del consumo.
Aunque es importante reconocer que las películas pornográficas están rodeadas de multitud de clichés. Además, muchas de ellas presentan una imagen errónea de la sexualidad.
Por lo tanto, podemos reconocernos en ciertos elementos, identificarnos con ciertas situaciones, pero jamás pensar que hay todo para tomar y nada para tirar. Es decir, lo que vemos en las películas no son la realidad como tal.
3. Por excitación o placer sexual
Según Bőthe, la razón principal por la que las personas miran pornografía es por placer sexual. El deseo sexual es, por supuesto, natural y saludable.
La pornografía promete una variedad de sexo, sexo “más caliente” y sexo más extremo. Pero si bien puede prometer más pornografía, más pornografía no se traduce en sexo en la vida real.
Expertos en relaciones e investigadores de renombre mundial, los doctores John y Julie Gottman, por ejemplo, han expresado serias preocupaciones sobre los efectos de la pornografía en las relaciones sexuales.
Con el uso de la pornografía, eventualmente se puede necesitar mucho más de un estímulo normal para lograr la respuesta que evoca un estímulo supernormal. Por el contrario, los niveles ordinarios del estímulo ya no son interesantes. Así puede ser que el sexo normal se vuelva mucho menos interesante para los usuarios de pornografía.
4. Para aprender sobre sexo
Otra motivación común para ver pornografía es aprender sobre sexo. Para los jóvenes, descubrir cómo funciona el sexo es una razón común para recurrir a la pornografía. De hecho, un estudio muestra que aproximadamente el 45 % de los adolescentes que consumieron pornografía lo hicieron en parte para aprender sobre sexo.
Del mismo modo, los resultados de la encuesta también muestran que 1 de cada 4 jóvenes de 18 a 24 años (24,5 %) mencionó la pornografía como la fuente más útil para aprender a tener relaciones sexuales. La curiosidad es real y la pornografía puede parecer el lugar más fácil de explorar. ¿Pero eso lo convierte en el mejor lugar?
5. Para hacer frente a las emociones negativas
Otra razón común para ver pornografía es hacer frente a emociones incómodas. Específicamente, la “reducción del estrés” y la “distracción o supresión emocional” aparecen como motivaciones para consumir porno. Así, para escapar de estos sentimientos, una persona puede recurrir a la pornografía.
Parece una solución rápida para la soledad temporal, pero en el mejor de los casos es una distracción barata y en el peor de los casos, la pornografía solo alimenta esos sentimientos.
Ya sea para desestresarse al final de un día difícil o para escapar de las emociones que se sienten demasiado difíciles de manejar, las investigaciones muestran que la pornografía en realidad no ayuda a largo plazo.
De hecho, las investigaciones indican que aquellos que consumen pornografía para evitar emociones incómodas tienden a tener algunos de los informes más bajos de bienestar emocional y mental.
6. Por aburrimiento
Si bien el aburrimiento ahora se describe en algunos círculos como un estado mental positivo que estimula la creatividad, muchas personas prefieren evitarlo.
La pornografía no puede ayudar con el aburrimiento porque deja a una persona insatisfecha y desconectada. Claro, al principio es nuevo y emocionante, pero como el cerebro es estimulado regularmente por la pornografía, puede aburrirse de ver el mismo contenido. Una persona puede comenzar lentamente a desear más y de diferentes tipos.