Muy dichosa se encuentra una familia poliamorosa de Estados Unidos, luego de que los tres hombres que la componen se convirtieran legalmente en padres de sus dos hijos.
Los tres papás hicieron historia en 2017 cuando se convirtieron en la primera familia de California en tener sus nombres como padres en el certificado de un niño, en este caso de su hija Piper.
Luego, en 2019, el doctor Ian Jenkins, Alan Mayfield y Jeremy Allen Hodges fueron también reconocidos como los padres de su otro hijo, Parker, de poco más de un año, indica HuffPost.
Los tres papás consiguieron el reconocimiento legal de parte de un juez de familia tras un duro proceso legal, que ahora ven superado con éxito y con una familia feliz.
La historia de esta familia comenzó cuando Ian y Alan comenzaron un noviazgo hace 17 años. Luego, ambos conocieron a Jeremy, y ocurrió que los dos sintieron atracción por él. Así que decidieron formar una relación poliamorosa.
Con el tiempo, decidieron que ya era parte de expandir la familia. Lo realizaron a través de un donante de esperma y un vientre subrogado, algo que resultó complicado por los obstáculos legales.
Lucha por el registro como padres
Tras por fin tener a su hija con ellos, volvieron los problemas, esta vez para registrar a los tres como padres de su hija, lo que fue denegada por una jueza.
Los hombres optaron porque dos de ellos la registraran como hija, como les aconsejaron, y después tratarían de incluir al otro. Pero justo cuando lo iban a hacer, decidieron luchar y fueron a la Corte para solicitar lo que deseaban ante un juez: que los tres fueran registrados como padres.
“Todos dimos testimonios llenos de lágrimas sobre por qué necesitábamos ser padres. Se podía ver la emoción en el rostro del juez. Miró todas las opciones que tenía delante y encontró una manera de utilizar las leyes existentes para darnos el primer certificado de nacimiento de este tipo en cualquier lugar”, relató Ian a HuffPost.
Ahora viven los cinco felices, y sus hijos llaman a sus padres “daddy”, “dada” y “papa” para no usar el mismo nombre con todos.
Y aunque Ian asegura que al principio tenían miedo de que sus hijos fueran discriminados por su forma de familia, asegura que no ha sido así.
"No hemos tenido ningún rechazo por parte de nadie en nuestra vida profesional y personal", dijo Jenkins. “Nuestra mayor hija ahora está en preescolar, y los otros padres y niños dicen, '¡Genial! Cuéntanos esa historia".