El fraude de la virginidad: El mito del himen roto que persiste en pleno XXI
Ellen Støkken Dahl y Nina Dølvik Brochmann, ambas médicas y autoras del libro "El libro de la vagina", sostienen que la virginidad es una farsa. Esto se lo han explicado a la audiencia con un aro de hula hula forrado de una delicada película de plástico transparente. Brochmann lo sostiene y Dahl lo rompe con un manotazo.
La escena fue representada durante una conferencia TED en Oslo donde se ilustra de forma contundente una idea con la que la mayoría de nosotros hemos crecido: la primera vez que una mujer tiene una relación sexual vaginal el himen se rompe y, como consecuencia, sangra. En ese momento se pierda la virginidad.
Si bien la charla tuvo lugar en 2017, el hecho de que el himen no sufre un cambio tras el coito es un dato reconocido por las ciencias médicas desde hace más de 100 años. La idea de que esta parte del cuerpo femenino pueda revelar su historia sexual sigue siendo un tabú en nuestra sociedad.
"En la cultura popular actual hay muchos ejemplos sobre el mito del himen: en la televisión, en libros. Todavía se cree que la mayoría de las mujeres sangran la primera vez que tienen una relación sexual y que es posible notar una diferencia entre las mujeres que son vírgenes y las que no lo son", dijo Dahl a BBC Mundo.
"Es muy práctico creer que la naturaleza nos ha dado una suerte de prueba de virginidad en el cuerpo femenino, si lo que quieres es controlar la sexualidad de las mujeres", añadió
Y aunque la OMS y la ONU consideran las pruebas de virginidad como una violación a los derechos humanos y abogan su prohibición, estas prácticas se siguen haciendo en una gran cantidad de países.
Entonces... ¿Cómo es el himen y qué le sucede al tener la primera práctica sexual?
Según indica Brochmann, el himen lejos de ser una delicada membrana que cubre la entrada de la vagina, "es más parecido a una coleta para el pelo o una goma elástica".
Su forma, en líneas generales, es como la de una rosquilla o medialuna, con un gran agujero en el medio. Es además una estructura hiperelástica capaz de acomodar al pene sin sufrir daños.
Al ser del mismo color de la mucosa de la vagina, las mujeres no saben que esos "trocitos de carne" son su himen, y porque "no estamos acostumbradas a mirarnos la vulva y la vagina", añadió.
"El himen no es una membrana cerrada que se rompa y desaparezca (tras la penetración). En la mayoría —en el 99% de los casos— el himen está abierto y eso es lo normal", precisó.
Fundamentalmente, nada hay en su aspecto que revele un antes y un después del coito, como de tanto repetirse hemos llegado a creer. Por lo tanto, no existe ningún procedimiento médico que permita determinar si una mujer ha tenido sexo vaginal o no.
"La explicación real es que tu himen y tu vagina son elásticos", sentenció la médica.
Un mito que debería acabar
Además del impacto que pueda tener sobre la salud y el bienestar sexual de las mujeres, "es crucial erradicar estas nociones falsas por la influencia que tienen en el campo de la medicina forense", aclaró Dahl.
"Cuando llega una mujer que dice que ha sido abusada y que ha habido penetración, le valoran la vagina y si el himen está íntegro, si no ven lesiones, dudan de ella", explicó.
Es más, la médica considera que es importante dejar de preocuparnos de si una mujer es virgen o no. "Porque el problema es la idea de que una mujer tenga que ser virgen y están utilizando un malentendido biológico para construir sus argumentos".