Mujer fue desde los 8 años escondida y tratada como esclava por una familia acomodada
Cuando tenía 8 años, Madalena Gordiano, tocó la puerta de una casa de un sector acomodado de Brasil para pedir comida. Allí le abrió la puerta Maria das Graças Milagres Rigueira, una profesora que le indicó que no le daría comida, sino que la adoptaría.
Esto pasó hace más de 38 años atrás, cuando la niña creyó lo que la mujer le dijo. Por eso, decidió quedarse en la casa, ubicada en el sector del estado de Minas Gerais, indica Globo. Esto sería el comienzo de un infierno en su vida.
La mujer trató a Magdalena como una verdadera esclava: le hacía realizar las tareas domésticas del hogar y todo sin remuneración. Además, no tenía la libertad de salir de la casa cuando quisiera, ni vacaciones.
La mantenían oculta en una pieza sin ventanas y aislada del mundo exterior. Tampoco podía ver la televisión o usar el teléfono. Sólo poseía 3 camisetas, y su único hobby era escuchar la música que llegaba de una iglesia cerca de la casa.
Cuando tenía veintitantos años, la obligaron a casarse con un anciano de 78 años. El hombre era millonario, y la mujer explotadora buscaba beneficiarse de su pensión y herencia, la que incluso pagó la carrera de medicina de una de sus hijas.
Fin del infierno
Finalmente, la mujer comenzó a dejar papelitos debajo de las puertas pidiendo utensilios de aseo personal, como jabón. Estas notas fueron vistas por los vecinos, quienes denunciaron el hecho a la policía.
Los agentes al entrar a la casa descubrieron las deplorables condiciones en las que mantenían a Magdalena, quien fue rescatada y ahora está en un refugio para mujeres.
Maria das Graças Milagres Rigueira y su hijo, Dalton Milagres Rigueira, fueron demandados, señalando en su defensa que Magdalena “era como de la familia”.
Finalmente, se llegó a un acuerdo extrajudicial con la víctima, quien recibirá el pago de 14 años de sueldo, al haber estado a cargo del cuidado de los hijos de la familia desde 2006 a 2020. Es decir, 1045 Reales brasileños por mes (192 dólares), multiplicado por 14.
Además, deberán pagarle un mes extra al año por vacaciones, indemnización por fines de semana trabajado y pago al Fondo de Garantía por años de servicio. Si la familia no cumple los pagos, será multada con 5000 Reales brasileños.
Magdalena ahora quiere disfrutar del tiempo que no ha podido aprovechar, planeando reunirse con sus hermanos, a quienes ya ha vuelto a ver a través de videollamadas.