Joven de 14 años sufrió ataque de sus compañeros quienes le arrancaron el cabello
La joven, que ya había denunciado las amenazas, reclama por el nulo actuar de la escuela.
Keziah Falanga de 14 años residente de Londres, Inglaterra, denuncia que durante el verano recibió mensajes amenazantes. La amenazaron con matarla, incluso tenían la dirección particular de la chica.
La joven denunció el ciberbullying en su contra a la escuela, quienes no tomaron ninguna medida al respecto hasta el ataque sufrido a inicios del mes de marzo durante el recreo. El medio británico Mirror dio a conocer el terrible caso, que sería uno entre muchos ataques racistas en escuelas de todo el país.
Falanga fue atacada por cuatro de sus compañeros quienes la insultaron, la golpearon y le arrancaron una parte de su cabello. “Estaba llorando porque perdí una parte de mi cabello. No sentí el dolor en el cuello debido a la adrenalina del día, pero mi cuello estaba muy rígido y me dolía. No podía moverlo“, afirmó Keziah.
Las autoridades no actuaron
El ataque sólo se detuvo cuando sus amigos se acercaron y ella pudo correr, llamando inmediatamente a su hermana por videollamada mientras buscaba a una autoridad de la escuela por ayuda.
“Tuvo que caminar por todo el edificio de la escuela para encontrarse cara a cara con un miembro del personal“, denuncia Christess, la hermana mayor de Keziah quien denunció el caso a través de sus redes sociales.
Según cuenta Christess mientras estaban en llamada, los profesores del lugar estaban más preocupados de que la chica soltara su celular que del ataque recibido o la conmoción en la que se encontraba.
“Nos llamaban gorilas gordas y esas cosas. Llegó al punto en que enviaban fotos antiguas de mí misma y se burlaban de mí. Me decían vamos a ir a tu casa y te vamos a matar. Me llamaban escoria y amenazaban con violarme“, denuncia Keziah.
Finalmente, los cuatro atacantes fueron expulsados como una tardía respuesta de la escuela y se han multiplicado las denuncias por ataques racistas en el país. Chris incluso denuncia que luego del ataque obligaron a la niña a sentarse junto a uno de los atacantes.