Video muestra el impactante talento de camuflaje de los pulpos
El pulpo tiene un impactante talento para el camuflaje y este video grabado por un instructor de buceo de Estados Unidos lo comprueba.
Cuando hablamos de camuflaje, siempre pensamos primero en el camaleón y algunos insectos como las mariposas, sin embargo son muchos los animales que utilizan esta táctica como método de defensa.
Los pulpos destacan como una de las criaturas más fascinantes y extraordinarias de la naturaleza y uno de sus atributos más distintivos es su habilidad para cambiar de color rápidamente y mimetizarse con su entorno, permitiéndoles camuflarse a voluntad.
Este camuflaje es una destreza crucial compartida por la mayoría de los cefalópodos, una clase de invertebrados marinos que incluye también calamares y sepias, aunque los pulpos han llevado esta capacidad a un nivel excepcional.
Y es que estos seres exhiben los patrones de mayor resolución dentro de los cefalópodos y demuestran algunas de las transiciones de color más veloces en el reino animal, según informa “Live Science”.
El dominio del camuflaje por parte de los pulpos ha desconcertado a los investigadores desde los albores de la ciencia misma. Hace unos 2.400 años, Aristóteles registró observaciones detalladas sobre la capacidad de camuflaje de estos animales.
Sin embargo, a pesar de que el camuflaje del pulpo ha sido objeto de estudio y observación durante siglos, pocos avances significativos se habían logrado hasta hace poco. La complejidad del cambio de color en los cefalópodos radica en la participación de numerosos componentes microscópicos distintos.
Sin embargo, en las últimas décadas, los avances tecnológicos han capacitado a los investigadores para desentrañar los elementos individuales del camuflaje de los cefalópodos, lo que les ha permitido empezar a comprender su funcionamiento. Los pulpos pueden modificar su color gracias a los cromatóforos, diminutos órganos distribuidos por toda su piel que cambian de tonalidad.
Cómo funciona el camuflaje de los pulpos
Cada cromatóforo alberga en su núcleo pequeños sacos repletos de nanopartículas de un pigmento denominado xantomatina. Estos sacos pigmentarios están rodeados por una matriz elástica que, a su vez, se encuentra conectada a células musculares dispuestas alrededor del saco en forma de estrella puntiaguda.
Cuando estas células musculares se contraen, estiran el saco pigmentario, lo que facilita la entrada de más luz en la célula y su reflejo en las partículas de xantomatina. Dado que la xantomatina absorbe ciertas longitudes de onda, o colores, de la luz visible, la luz que se refleja desde el cromatóforo hacia el exterior adquiere un matiz diferente al de la luz que inicialmente ingresó en la célula.
En la piel de un pulpo, existen tres capas de cromatóforos, cada una de las cuales contiene partículas de xantomatina que reflejan un color específico. La capa más externa produce un tono amarillo, la capa intermedia refleja un color rojo, y la capa más profunda genera un tono marrón.
Estos colores pueden combinarse mediante la modificación de la forma de los cromatóforos en cada capa, lo que posibilita la creación de una amplia variedad de tonalidades.
Cada cromatóforo individual, que puede encontrarse en cantidades que van desde decenas de miles hasta millones, dependiendo del tamaño de la especie, está regulado por señales neuronales directas provenientes del cerebro del pulpo, las cuales controlan la contracción o relajación de los músculos que rodean el saco pigmentario.
Sin embargo, los cromatóforos no son las únicas estructuras involucradas en el proceso de cambio de color. En la piel de ciertas especies de pulpos, también se encuentran órganos adicionales conocidos como iridóforos y leucóforos, los cuales pueden contribuir a realzar o modificar los colores producidos por el animal.