The Hives: La gran noche en el Caupolicán
El grupo sueco tuvo una presentación inolvidable en el Teatro Caupolicán, marcado por el lanzamiento de su nuevo álbum después de una pausa de 10 años.
El show que se vivió en el Teatro Caupolicán, el día de ayer, fue realmente inolvidable. The Hives demostró que siguen más vivos que nunca con un espectáculo energizante que mantuvo al público asistente saltando al ritmo de la música desde el primer segundo sin parar.
Alrededor de las 20:00 horas, el conjunto Alectrofobia comenzó a preparar la antesala y el ambiente de lo que sería una gran noche. La banda temucana abrió como teloneros en el aniversario número 23 de Rockaxis, empezando con la canción “El Poder” ya dejaron claro qué se podía esperar para después. Pasando por un repertorio de 8 canciones, sorteando un problema técnico con el bajo y agradeciendo tanto a The Hives por el espacio para que una banda chilena los teloneara como también al público que se involucraron con el ritmo de ellos por la media hora que tocaron en vivo.
Luego, pasadas las 21:00 horas, se apagan las luces desatando la efervescencia del público que estaba expectante de lo que se vendría. Mientras sonaba la marcha fúnebre, la banda salía al escenario para tomar sus posiciones, todo en relación al disco que estaban promocionando “The Death of Randy Fitzsimmons”, en español La Muerte de Randy Fitzsimmons, un supuesto sexto Hive al que se le atribuye la composición de todas las canciones del conjunto.
Ya con “Bongus Operandi”, la canción de apertura, la locura en el público es total. El concierto estuvo marcado tanto por la mezcla de clásicos como “Main Offender”, “Walk Idiot Walk” o “Hate to Say I Told You So”, como también canciones del nuevo álbum como lo fueron “Rigor Mortis Radio”, “Stick Up”, “Countdown to Shutdown” y varias más.
Al mismo tiempo, Pelle Almqvist, fiel a su estilo, tenía un papel muy claro: el de dirigir un espectáculo. Se movía por todo el escenario, lanzando besos, agitando tanto la cabeza con los brazos, saludando a los que estaban en primera fila, saltando desde arriba de uno de los monitores e incluso pidiendo a todos que se sienten un segundo cuando fue el momento del gran final, provocando que todo estalle en locura al cerrar el show bajo el ritmo de “Tick Tick Boom”.
The Hives, en su regreso al país, desde su última presentación el año 2014, ofreció un show intenso, con volúmenes altos, sin pausas, efectivo y energizante. Lograron mantener cautivados a todos los que asistieron desde principio a fin.
Aplicaron la fórmula del rock’n’roll que bien ellos lo saben hacer, cumpliendo las expectativas y estando a la altura de lo que es una banda con 30 años de trayectoria. Realmente un show inolvidable para los fanáticos que pudieron decir presente la noche de ayer.