Limpiar excesivamente los lugares comunes de nuestros hogares, fue una de las consecuencias que nos dejó la pandemia para evitar contagios, sin embargo, el fenómeno del “síndrome de la casa limpia” podría perjudicar la salud de las personas.

Adoptar exhaustivos hábitos de limpieza fue una de las consecuencias que nos dejó la pandemia para evitar contagios. Ahora bien, la creencia de que era una rutina beneficiosa para nuestra salud también tiene algunos aspectos negativos. 

Este fenómeno llamado “síndrome de la casa limpia”, asociado al exceso de desinfección y limpieza, es el responsable de alejar bacterias y microorganismos beneficiosos para la salud de las personas.

De acuerdo a datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los productos de limpieza y sus precios aumentaron en 30% a causa de la pandemia. 

¿Por qué no es tan beneficioso limpiar en exceso?

Catalina Garrido, ingeniera en biotecnología y cofundadora de Liva Company, señaló que “el ‘síndrome de la casa limpia’, se refiere a la falta de exposición a microorganismos beneficiosos para nuestro sistema inmunológico y digestivo”.

Pese a que la limpieza es importante, explicó la experta, es necesario relacionarse con microorganismos, beneficiosos o perjudiciales, para tener una buena salud.

“Sin asustar a padres y madres, los niños deben desenvolverse en un ambiente donde puedan interactuar. Es normal que jueguen con animales, se lleven objetos a la boca, coman tierra, hojas, plantas, se acuesten en el pasto, etc. Esto los acerca a una fuente rica en microorganismos”, agregó la ingeniera en biotecnología. 

Resultado de la crisis sanitaria y el miedo al contagio, llevó a un empobrecimiento de la microbiota intestinal de las personas, provocando un incremento de alergias alimentarias, dermatológicas y respiratorias en niños, niñas y adolescentes.

¿Qué acciones se pueden realizar para hacer frente al “síndrome de la casa limpia”?

Para hacerle frente al “síndrome de la casa limpia” y equilibrar la salud del sistema inmunológico, es fundamental diferenciar la limpieza de la desinfección. 

Por ejemplo, hay zonas como el comedor, dormitorios o patios, en los cuales no es imprescindible utilizar desinfectantes, indicó la experta. 

“Es importante limpiar, pero no es necesario desinfectar en todo momento. El cloro es fundamental para zonas que pueden transferir patógenos gastrointestinales, por ejemplo el baño, las manillas, tina o WC, donde sí puede haber algún tipo de contaminación por las heces”, añadió. 

Al mismo tiempo, es esencial aumentar la conexión con la naturaleza; realizar actividades al aire libre; como hacer picnic, bañarse en un río, practicar trekking, ya que ayudan a relacionarse con microorganismos saludables y reforzar nuestro sistema inmunológico. 

Por último y no menos importante, se aconseja consumir frutas y verduras crudas y darle preferencia a alimentos orgánicos, puesto que tienen menos pesticidas que podrían perjudicar la microbiota intestinal.

Créditos imagen portada: Getty Images.