Revolucionario implante cerebral que podría tratar el TOC y la epilepsia en simultáneo
Una mujer utilizó un implante cerebral personalizado que la ayudó a disminuir su Trastorno Obsesivo Compulsivo y asegura que le cambió la vida
Los científicos están constantemente en la búsqueda por curar y tratar la mayor cantidad de enfermedades posibles. Es así que llegaron a un nuevo implante cerebral que según los resultados demostrados podría tratar el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y la epilepsia en simultáneo. Recordemos que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TOC es una de las 10 enfermedades más incapacitantes.
A pesar de que los implantes cerebrales no son ninguna novedad, ya que los científicos llevan años usándolos para tratar algunas enfermedades, es primera vez que se obtiene un resultado positivo en relación al TOC y la epilepsia a la vez.
Y la afortunada fue Amber Pearson, una joven estadounidense de 34 años que padece una grave forma de TOC desde que estaba en el colegio. Se lavaba las manos de manera repetitiva y obsesiva, a tal punto de dejarlas sangrando a carne viva.
Además demoraba cerca de 45 minutos en irse acostar, ya que antes debía revisar todas las puertas y ventanas para asegurarse que estuvieran cerradas y que la cocina quedara apagada.
Lamentablemente eso no era todo, porque le temía tanto a la contaminación que siempre comía sola en el sofá para no estar cerca de su familia o amigos. Algo que no mejoró con los medicamentos ni la terapia. Y por si fuera poco, a los 20 años desarrolló epilepsia.
Fue por este motivo que los médicos de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, en Portland propuso la instalación de un revolucionario implante cerebral para terminar con los ataques de epilepsia.
Un doble implante cerebral
Si bien los médicos pensaron en el implante cerebral para solucionar los ataques epilépticos, cuando le ofrecieron a la joven estadounidense el dispositivo de 32 milímetros, la joven propuso ir más allá y tratar simultáneamente su TOC.
“Fue su idea, dijo: ‘Bueno, vas a entrar en mi cerebro y poner este cable ¿puedes simplemente poner un cable para TOC?’. Y sabes, afortunadamente, tomamos esa sugerencia en serio”, contó el neurocirujano Ahmed Raslan, a cargo de este estudio.
Fue así entonces que se le instaló el dispositivo que emite descargas eléctricas cuando detecta una actividad neuronal anormal asociado a los pensamientos obsesivos. Y al ser programado por separado para ambos trastornos, es capaz de detener los ataques también.
Solo 8 meses después los resultados comenzaron a notarse. “Estoy feliz otra vez y emocionada de salir a vivir y estar con mis amigos y mi familia. Fue algo por lo que estuve aislada durante años”, comentó Amber.
Y es que las rutinas y compulsiones que le ocupaban entre 8 y 9 horas al día, hoy gracias al implante le ocupan media hora diaria, lo que ha cambiado su vida. Pearson mencionó que ahora “estoy realmente presente en mi vida diaria y eso es increíble. (…) Antes, estaba constantemente en mi cabeza, preocupándome por mis compulsiones”.