¿Por qué se deben comer 12 uvas en Año Nuevo?: Conoce el origen de esta cábala
Descubre el origen de comer 12 uvas en Año Nuevo y por qué esta tradición simboliza prosperidad. En 13C te contamos todo sobre esta costumbre tan especial.
Las cábalas para despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo son innumerables: desde dar una vuelta a la manzana con una maleta para atraer viajes, hasta usar ropa interior de colores específicos o comer cucharadas de lentejas y 12 uvas. Estas tradiciones reflejan la creatividad y el espíritu festivo que acompaña esta fecha tan especial.
¿Cuál es el origen de comer 12 uvas en Nochevieja? ¿Por qué comer cada uva es sinónimo de prosperidad y buena suerte? En 13C te contamos de dónde viene esta tradición.
Año Nuevo: ¿Por qué comemos 12 uvas?
El origen de esta tradición parte en España. Se remonta a 1909, cuando hubo una excelente cosecha de uvas en la región. Por esa época, los productores decidieron aprovechar el excedente vendiendo las uvas como "uvas de la suerte", empaquetadas en 12 unidades para simbolizar los 12 meses del año.
Otras fuentes señalan que la tradición inició antes, en 1882, cuando la burguesía solía comer uvas y beber champán durante la cena de Nochevieja. Un grupo de madrileños se burló de esta costumbre aristocrática y comenzó a comer uvas en la Puerta del Sol, acompañados por el sonido de las campanadas.
Así, se instauró como un acto simbólico de "igualdad" frente a la tradición de las clases altas y por ende se comía una uva por cada campana a partir de la medianoche.
Las uvas como prosperidad
La uva ha sido un símbolo de buena suerte, abundancia y fertilidad a lo largo de la historia. En la cultura grecorromana, estaba asociada con Dionisio (llamado Baco en la mitología romana), el dios del vino, la vid y el éxtasis. Este fruto representaba la transformación (del fruto al vino) y los placeres de la vida.
En el antiguo Egipto, aunque las uvas no eran comunes, se utilizaban en ceremonias religiosas. Al convertirlas en vino, simbolizaban el viaje hacia la vida eterna.
Más tarde, en las tradiciones cristianas y católicas, las uvas adquirieron un profundo significado al transformarse en vino, representando la sangre de Cristo y la promesa de vida eterna.
La uva, al fin y al cabo, es una fruta de fácil acceso. Por ende, el ritual de comer 12 uvas al inicio del nuevo año se ha convertido en una costumbre popular, donde cada uva representa una esperanza y un deseo para el futuro.
Este acto simbólico se ha vuelto un momento de celebración, reunido en torno a la familia y amigos, y constituye una de las tradiciones más entrañables para recibir el nuevo año.