Un sacerdote ruso fue condenado a tres años de cárcel por criticar la ofensiva de Rusia sobre Ucrania. Tampoco podrá manifestarse en internet.

Ioan Kurmoiarov es el nombre del sacerdote ruso que fue condenado a tres años de cárcel por criticar la ofensiva de ese país contra Ucrania. Así lo indicó este jueves 31 de agosto un tribunal de San Petersburgo, el anuncio se hizo en la red social Telegram. 

La justicia rusa declaró que el monje es un "reconocido culpable de haber cometido una infracción" y "el tribunal impuso una pena de cárcel de tres años en una colonia penitenciaria". Además, se determinó que esté "privado del derecho a expresarse por Internet durante dos años". 

Sacerdote ruso denuncia agresión de Rusia a Ucrania

Kurmoiarov, sacerdote ruso y monje de la iglesia ortodoxa de ese país, residente de la ciudad de San Petersburgo, denunció en YouTube lo que él consideró como una agresión e hizo un llamado a los cristianos a condenarlo. 

"El 1 de abril de 2022, perdió su carácter de sacerdote. El 7 de junio, Ioan Kurmoiarov fue detenido e inculpado de difusión deliberada de falsas informaciones", según Amnistía Internacional. 

Solo unos cuantos sacerdotes de la iglesia ortodoxa de Rusia se han pronunciado abiertamente contra la arremetida militar del Kremlin, desde que comenzó la invasión el 24 de febrero de 2022. Recordemos que esta fe contempla a cerca de 150 millones de fieles en todo el mundo. 

La organización no gubernamental también denunció una campaña de persecución en contra del clero por sus posiciones frente al conflicto. Por su parte, el jefe de la iglesia ortodoxa rusa, Kirill (Vladímir Mijáilovich Gundiáyev), fiel aliado de Putin, se ha manifestado a favor del gobierno. 

Los opositores importantes huyeron de Rusia, o fueron detenidos. Uno de los casos más emblemáticos es el de Alexei Navalni, condenado a 19 años de cárcel. 

Decepción del Vaticano

Por otra parte está la posición del papa Francisco, que hizo un llamado a la juventud rusa de "honrar el legado del Imperio Ruso". Las palabras el sumo pontífice no fueron tomadas con buenas intenciones por parte de la comunidad ucraniana. La iglesia católica en Kiev pidió aclaraciones al Vaticano, considerando que este mensaje papal alimenta el nacionalismo radical. 

El pasado 25 de agosto, Francisco I entregó un mensaje a la distancia para los jóvenes católicos rusos que se reunieron en San Petersburgo. La misiva decía lo siguiente: 

"Son descendientes de la gran Rusia: la gran Rusia de santos, gobernantes, la gran Rusia de Pedro I, Catalina II, ese imperio, grande, ilustrado, de gran cultura y gran humanidad", dijo el pontífice. Además, agregó como mensaje: "no ignorar nunca esta herencia" y les agradeció por su forma de "ser rusos".

Las palabras fueron rechazadas en Ucrania, y recibidas con incredulidad. Tanto Pedro I, como Catalina II desempeñaron un papel central en la supresión de los últimos vestigios de la autonomía de la que todavía tenían los territorios ucranianos en el imperio. 

Esas palabras representan "el peor ejemplo del imperialismo y el nacionalismo extremo ruso", declaró en un comunicado el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, quien es líder de la mayor Iglesia católica del país, la Iglesia Ucraniana Grecocatólica.

"En el contexto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, ese tipo de manifestaciones inspiran ambiciones neocoloniales por parte del país agresor, mientras que esa forma de ‘ser ruso’, por el contrario, tiene que condenarse", agregó el religioso.

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