Mucho cuidado: Beber alcohol en exceso puede promover el Alzheimer
Investigaciones de la revista ENeuro y del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) entregan sus respectivos análisis sobre esta conclusión.
Una prestigiosa investigación concluyó que el consumo de alcohol puede ayudar en el progreso de la enfermedad de Alzheimer. El documento fue publicado en la revista ENeuro, reconocida por su gran aporte a la ciencia.
Beber en exceso podría impulsar el deterioro cognitivo y las firmas de expresiones génicas en torno a la mencionada enfermedad que afecta al cerebro.
Todo estaría asociado a que los individuos no tienen conciencia respecto a la gran cantidad de alcohol que consumen y tampoco conocen sus propios límites.
De acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés), a las consecuencias de beber en exceso también se suman “los atracones de alcohol, beber demasiado y cualquier consumo de alcohol por parte de mujeres embarazadas o personas menores de 21 años”.
¿Qué es un atracón? Tomar, por ejemplo, más de cuatro copas en una sola ocasión para las mujeres y cinco en el caso de los hombres. Por su parte, “beber demasiado” se asocia con tomar más de ocho tragos a la semana para las mujeres y 16 en la misma cantidad de días si es un hombre.
El alcohol y el progreso del Alzheimer
El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente en el mundo, por lo que conocer su origen y progresión es una de las metas principales del mundo de la ciencia.
El estudio publicado en ENeuro realiza una autocrítica sobre la relación del alcohol y la enfermedad, señalando que no ha sido investigada en su totalidad: “El alcohol ha recibido una atención limitada como factor de riesgo potencial para la enfermedad de Alzheimer”.
“Descubrimos que un historial de intoxicación repetida por alcohol promueve la aparición de deficiencias en el aprendizaje espacial y la memoria en ratones presintómaticos transgénicos triples AD”, expresaron sobre su investigación con roedores.
Además concluyeron que esto podría aumentar “los cambios transcripcionales en la corteza prefrontal asociados con la progresión de la enfermedad del Alzheimer”.