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La relación ancestral de la comunidad de Callaqui y la apicultura

Por: Tamara Rosales
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Callaqui, que está en la comuna de Alto Biobío, región del Biobío, tiene una larga tradición de apicultura que liga lo indígena y ancestral al oficio. “Los viejitos de más de 70 años nos cuentan que esto lo hacían sus papás cuando ellos eran niños” dice Sonia Flores, quien es parte de la Asociación de Apicultores Pewenche de Callaqui, cuando intenta sacar cálculos para saber desde cuándo se practica la apicultura en la comunidad. “Intentamos hacer lo más natural posible la actividad” cuenta Sonia, diciendo que antes incluso la práctica era más rudimentaria, pero que se hacía igual.

El trabajo con las abejas -o abejitas como le dice ella- se ha hecho desde épocas que no se han podido calcular. En la zona es mucho más que un trabajo o un oficio, “para ser apicultor hay que establecer una relación de amor con las abejitas”. Explica que las cuidan, les hablan, les dan agua, las “romancean”, que es una especie de paya que hacen en el sector, explica Sonia.

Como la actividad obviamente es riesgosa, y no había trajes ni grandes protecciones, solo algunos podían tener el don o habilidad de acercarse y estar con las abejas saliendo ilesos/as. Aun así, la Asociación sigue optando por esta forma natural de la actividad, sin grandes procesos químicos o protecciones, aunque con el tiempo esto se ha hecho cada vez más desafiante.

La creencia de antaño decía que era una bendición que llegara un panal a tu hogar, ya que las abejas llegaban solas, y ahí las personas se acercaban al área apícola. Guillermo Purrán, apicultor de la comunidad, dice que “se hacen parte de la familia, como en los crianceros, en donde la gente que tiene animales los hace parte de sus familias, es lo mismo”.

Con el tiempo, la apicultura en la comunidad se propagó y muchas personas se sumaron a la actividad. Hoy la misión es no hacer una apicultura a gran escala, sino una más “sustentable, más natural, hacerlo más parte de la comunidad” explica Guillermo.

La actividad con las abejas, para la comunidad, es parte del ecosistema y de la naturaleza que los rodea y que conforma gran parte de sus creencias. “Yo con las abejas me he encontrado con mi propia identidad, encontrar nuevamente la importancia que tiene la naturaleza y todo lo que nos rodea” dice Guillermo. “Y la importancia de protegerla”, cierra el apicultor.

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