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James Webb una vez más sorprende con impactante imagen de una nebulosa

Por: Zoe Weinert
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El telescopio espacial James Webb nos regala otra fascinante vista del Universo: esta vez, capturando la impresionante "melena" de una nebulosa.

Una vez más, el James Webb nos sorprende con una imagen impactante: esta vez, nos muestra la Nebulosa Cabeza de Caballo en el espectro infrarrojo. Esta nebulosa se formó a partir del colapso de una nube interestelar, y según la ESA, los astrónomos estiman que se desvanecerá en unos cinco millones de años.

"Estas observaciones muestran la parte superior de la "melena del caballo" o borde de esta nebulosa icónica", dijo un portavoz de la NASA en un comunicado de prensa oficial, "capturando la complejidad de la región con una resolución espacial sin precedentes".

En esta imagen, en particular, se resalta la parte de la "melena" de esta impresionante estructura cósmica. Una curiosidad más sobre esta nebulosa es que su resplandor proviene de una estrella cercana que la ilumina.

Situada a unos 1.300 años luz de distancia, la Nebulosa Cabeza de Caballo es una región rica en fotones y su forma casi de canto la convierte en uno de los mejores objetos celestes para estudiar la interacción entre la radiación y la materia interestelar. Estos estudios nos proporcionan valiosas pistas sobre la evolución de la materia a lo largo de la historia del universo.

La magia de James Webb

Estas observaciones, llevadas a cabo por un equipo internacional de astrónomos, revelan la complejidad de este objeto cósmico con una resolución espacial sin precedentes. La imagen muestra una parte de la nebulosa iluminada por la luz infrarroja captada por el telescopio espacial James Webb.

La primera vez que se registró fue en 1888 por la astrónoma estadounidense de origen británico Williamina Fleming, quien trabajaba como asistente en el Observatorio de la Universidad de Harvard.

Fleming identificó esta estructura intrigante en una placa fotográfica capturada a través del telescopio. La nebulosa forma parte de un complejo mucho más grande en la constelación de Orión, que incluye la famosa Nebulosa de Orión (M42), una de las nebulosas más brillantes y reconocibles a simple vista.

imagen tomada por James Webb. Créditos: ESA
imagen tomada por James Webb. Créditos: ESA

Las nuevas imágenes captadas por el JWST, el telescopio más poderoso lanzado al espacio alrededor de nuestro planeta, revelan la Nebulosa Cabeza de Caballo como ondas turbulentas de gas que se elevan desde el lado occidental del Complejo de Nubes Moleculares de Orión, con una extensión de aproximadamente 3,5 años luz de ancho.

Esta nebulosa es considerada uno de los mejores objetos celestes para estudiar la interacción entre la radiación y la materia interestelar.

Para capturar estas impresionantes imágenes, los astrónomos utilizaron la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) y el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) del telescopio James Webb.

Estos instrumentos registran fotones emitidos en el espectro infrarrojo cuando estrellas jóvenes masivas calientan regiones de la nube de gas. Este proceso ayuda a los científicos a comprender los procesos químicos y físicos que permiten la evolución de la materia interestelar y la formación de estrellas.

Una de las nuevas imágenes infrarrojas del telescopio James Webb muestra una clara división de colores, destacando la región donde un gas compuesto por moléculas de hidrógeno frío (azul) se convierte en átomos de hidrógeno "ionizados" energizados (rojo).

Otra imagen muestra luz infrarroja media con un gran nivel de detalle, capturando el calor emitido por partículas polvorientas de silicato, similares al cuarzo, y moléculas de hidrocarburos que constituyen las nubes del espacio profundo de la "melena" de la nebulosa Cabeza de Caballo.

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