Expertos revelan cómo funciona el cerebro de un mentiroso
El cerebro de un mentiroso funciona distinto al del resto, ya que determinadas áreas deben funcionar como un perfecto engranaje para mantener una mentira convincente.
Según la RAE una mentira es “Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa”. Algo que tenemos muy incorporado en nuestro día a día, pero que para el cerebro de un mentiroso es todo un desafío.
Pero muchas veces no podemos evitar mentir, ya sea por proteger a alguien, evitar un conflicto, obtener un beneficio personal o simplemente manipular a los que nos rodean.
Y aunque mentir no es tan fácil como parece, es algo que tenemos incorporado en nuestras vidas, ya que los expertos aseguran que los seres humanos comienzan a incursionar en la mentira entre los 3 y los 5 años, claro que comienza siendo un simple juego.
Por simple que pueda parecer, mentir es un proceso complejo que involucra mecanismos cerebrales y factores psicológicos. Los científicos han podido descubrir a través de resonancias magnéticas funcionales que hay ciertas áreas cerebrales que se activan de forma diferente cuando alguien miente en comparación con cuando dice la verdad.
Las áreas del cerebro involucradas en la mentira
La corteza prefrontal dorsolateral es la encargada de la planificación y elaboración de la mentira. Una vez realizada esa acción entra al juego el cíngulo anterior, encargado de detectar errores.
Durante todo ese proceso está presente el hipocampo que debe participar de forma activa durante la recuperación de la información para no ser descubierto. Y no puede faltar la ínsula, la responsable de controlar las emociones y el miedo a ser descubierto.
Los neurotransmisores
Los neurotransmisores juegan un rol fundamental a la hora de mentir y hay 6 de estos que participan en la mentira; el glutamato, la serotonina, la noradrenalina, la acetilcolina, el GABA y la dopamina.
- GLUTAMATO
El glutamato desempeña un papel crucial en la planificación y control de la conducta durante la mentira.
- SEROTONINA
La serotonina, por otro lado, regula el estado de ánimo, la impulsividad y la toma de decisiones. Una disminución en los niveles de este neurotransmisor puede aumentar la probabilidad de actuar impulsivamente o de mentir sin considerar las posibles consecuencias.
- NORADRENALINA
La noradrenalina es liberada en respuesta al estrés, incrementa la atención, la vigilancia y la respuesta de lucha o huida. Este neurotransmisor puede preparar al cerebro para las reacciones fisiológicas y emocionales asociadas con la mentira.
- ACETILCOLINA
Una vez gestada la mentira, para recuperar la información es fundamental contar con la acetilcolina, el neurotransmisor que participa de la memoria, la atención y el aprendizaje.
- GABA
Este el neurotransmisor inhibidor principal del cerebro, encargado de regular la ansiedad y la impulsividad. Cuando hay una disminución en la actividad del GABA, aumenta la probabilidad de comportamientos impulsivos o desinhibidos, como mentir.
- DOPAMINA
La dopamina está vinculada con la sensación de recompensa, la motivación y el placer. Cuando los niveles de dopamina están altos, puede impulsar el deseo de buscar gratificaciones personales incluso a través de la mentira.
Sin duda un proceso enorme para generar una “simple” mentira, claro que ese no es el único cerebro que debe trabajar en exceso, porque una vez generada la mentira, es momento de la víctima de poner en marcha su sistema cerebral para detectar la mentira.
¿Quieres saber cómo funciona? ¡Déjanos tus comentarios para una segunda nota!