La fundación Dorchester Paws, establecida en Estados Unidos, fue la responsable del emotivo reencuentro entre la mascota y su familia.

Una historia con un maravilloso final feliz. Binky es un perrito que se escapó de su casa hace tres años. Aprovechó la mudanza de sus dueños para salir a pasear solo y sin la necesidad de cuidado, lo que sería una mala decisión.

En ese entonces, la mascota tenía 15 años y estaba totalmente ciego, despertando inmediatamente la preocupación de su familia por su repentina desaparición.

El clan debió retrasar su mudanza por algunos días, con el motivo de buscar al simpático Binky por todos los rincones del barrio y la ciudad.

“Lo buscaron todo el tiempo que pudieron, pero finalmente tuvieron que mudarse”, comentó April Howard, directora de una fundación que rescata animales, a Dodo.

Afortunadamente el veterano perrito tenía su microchip, por lo que sus dueños tenían la esperanza de encontrarlo o esperar alguna llamada de la persona que lo encontrara.

Binky recorrió 131 kilómetros por Estados Unidos

Binky fue tan audaz que no sólo pudo sobrevivir, también viajó desde el estado de Georgia hasta Carolina del Sur, cerca de 131 kilómetros de distancia.

“Su pelaje estaba tan enmarañado por todas partes, especialmente en sus ojos. Era difícil saber si tenía ojos. Sus uñas estaban tan grandes que se enroscaron. Olía horrible y sus dientes se estaban pudriendo", explicó April, encargada del refugio que rescató al animal.

La fundación Dorchester Paws llamó inmediatamente a la familia de Binky. “Estaban incrédulos. Dijeron: ‘¿Estás seguro que es el Sr. B.?’. Binky ya era mayor cuando lo adoptaron. Nunca pensaron que lo volverían a ver”, comentaron.

El personal del refugio viajó seis horas para el gran reencuentro. Binky, al estar totalmente ciego, reconoció a sus dueños a través del sentido del olfato.

La salud de Binky se deterioró días después del regreso. Pero su familia igualmente se sintió feliz por pasar los últimos momentos junto a su querida mascota.