El increíble hallazgo de los Guerreros de Terracota, una de las maravillas del mundo
Descubiertos un poco antes del 11 de julio 1975 cuando fueron anunciados, los Guerreros de Terracota, simbolizan uno de los hallazgos más grandes del siglo XX.
Es considerado uno de los descubrimientos más grandiosos de la historia de la humanidad. Una maravilla histórica que simboliza uno de los hitos más importantes de la arqueología de la humanidad. Son los Guerreros de Terracota, que un 11 de julio, pero de 1975 fueron anunciados por el especialista chino Zhao Kangmin.
Cerca de 8.000 hombres, 500 caballos y 120 carros de barro que fueron descubiertos gradualmente por unos campesinos en febrero de 1974. Cuando le anunciaron al arqueólogo. Lo mantuvo en secreto durante un año, hasta que un día como hoy lo anunció. Su principal razón para guardar silencio era el miedo que la Revolución Cultural impuesta por Mao Zedong, podría destruir este tesoro de la historia de China.
Y es que este ejército había sido montado 2.200 años antes, para defender la tumba del emperador Qin Shi Huang. Todos dentro de un complejo de tres pozos en los campos de una zona cercana a la ciudad de Xi'an.
Todo comenzó cuando un año antes del anuncio, el campesino Yang Zhifa le contó a Zhao Kangmin que estaba, junto a sus hermanos, trabajando en un pozo de agua que ya tenía cinco metros de profundidad.
En un momento, cuando estaban cavando, la pala tocó un elemento duro. Estos comenzaron a remover la tierra con sus manos. Cuando despejaron el elemento, se percataron que vieron algo que tenía forma circular.
Los campesinos sabían que podían encontrarse con algo. De hecho, a poco más de un kilómetro del pozo, se levantaba la tumba del primer emperador de China, Qin Shi Huang, la figura que entre los años 221 y 206 antes de Cristo unificó por primera vez al país. Algo podría encontrarse.
Siguieron excavando con más cuidado y respetando la forma de lo que habían encontrado. Hasta que se percataron que aquella figura dura que habían chocado en un principio con la pala era nada más, ni nada menos, que una estatua de un guerrero de terracota de altura poco superior a lo normal, apoyado sobre un ladrillo.
De inmediato llamaron a Kingmin. El arqueólogo visitó la zona y se llevó las piezas al Museo de Lintong. Decidió trabajar en secreto, algo que le generaría un constante conflicto con el campesino que hizo el descubrimiento.
Trabajó durante dos días en el sitio y el museo, y se encontró con más estatuas. Tenía miedo que el gobierno ordenara destruir las piezas por ser "cosas del pasado que atentaban contra la purificación de la sociedad".
Sin embargo, el arqueólogo se equivocó. Cuando finalmente tuvo que informar un 11 de julio, sobre el hallazgo a Beijing, las autoridades del Partido Comunista pusieron a su disposición todo lo necesario para seguir trabajando.
En los meses siguientes, lograron desenterrar unos quinientos guerreros.
El tiempo pasó y luego descubrieron de que se trataba de 56 kilómetros cuadrados de esculturas. Todos ordenados por el emperador Qin Shi Huang, poco después de haber asumido el trono, cuando solo tenía 13 años.
La solicitud consistía en ponerlos a todos en posición de ataque para defenderlo una vez muerto. El desafío era excepcional, dado que ningún soldado podía parecerse a otro. Sus rasgos tenían que ser diferentes. También mandó a hacer carros y caballos. Luego armó a los soldados inertes de espadas de bronce.
Hoy, todavía se investiga en la zona donde están estos soldados. Aun se cree que se pueda encontrar algo más. Es considerada una maravilla del mundo, y está catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.