El gusano y el humano: Los sorprendentes casos que asombraron a especialistas
Si te sorprende el caso de la mujer que le extrajeron un gusano del cerebro, los que te vamos a contar de dejarán atónitos. Aunque usted no lo crea, de 13C.
Hace poco quedamos sorprendidos por la noticia de un procedimiento médico donde unos especialistas extrajeron un gusano parasitario vivo, de ocho centímetros, desde el cerebro de una mujer en un hospital de Canberra, en Australia.
La mujer de 64 años estaba siendo estudiada desde el año pasado por síntomas de diarrea, tos seca, dolor abdominal, sudoración nocturna, pérdida de memoria y depresión. En conversación con Deutsche Welle, la nurocirujana Hari Priya Bandi, quien realizó el procedimiento, recordó el momento de confusión cuando detectó el parásito:
"Usé pinzas para sujetar tumores y saqué algo que definitivamente no esperaba: un cordel lineal y serpenteante. Y el médico asistente dijo: '¿Es una arteria?', porque eso es lo que parecía. Pero yo le dije: 'No es una arteria. No estamos cerca de ninguna arteria'. Y me di cuenta de que se movía e inmediatamente dije, 'por favor, ¡sácalo de mis pinzas!'. Así que lo pusimos rápidamente en un recipiente de patología y era un gusano que se movía vigorosamente".
Afortunadamente, la mujer se encuentra mucho mejor y está en proceso de recuperación. Tras la intervención, a la paciente le volvió la conciencia y no hasta el momento no ha tenido consecuencias negativas. "Estaba muy agradecida por tener una respuesta a lo que le había estado causando problemas durante tanto tiempo", agregó Bandi.
El gusano fue identificado como O. robertsi. El que es originario de Australia. Este vive en pitones alfombrados. Se cree que la mujer habría entrado en contacto con huevos de gusanos a través de heces de serpiente mientras buscaba hojas para comer.
Parece un evento bastante extraño e insólito. Pero la verdad es que existen múltiples parásitos que pueden infectar el cuerpo y el mismo cerebro.
Larvas de escarabajos
Una investigación realizada en China en el 2016, reveló el caso de una niña de ocho meses con un sistema inmunológico subdesarrollado que padecía de irritabilidad. Los médicos se percataron que tenía larvas en sus heces, sin embargo, tras un trabajo más profundo, encontraron que estas eran de Lasioderma serricorne, el que comúnmente llamado como escarabajo del cigarro.
Los especialistas concluyeron que esta niña pudo haberlos tragado al tener contacto con barro o simplemente comió naranjas que había consumido recientemente.
Gusanos oculares
En el 2018, Abby Beckley, hizo noticia mundial por tener un gusano ocular que solo se había visto en el ganado. ¿Cómo llegó ahí? Los expertos dijeron que las larvas habían sido transportadas por moscas que se alimentan de lágrimas de vaca.
Después de montar a caballo en Gold Beach, la mujer oriunda del estado de Oregón comenzó a sentir una irritación en los ojos. Esto se desarrolló durante una semana, la situación la sorprendió cuando en medio de una revisión, se sacó un gusano de su ojo izquierdo.
De inmediato fue al médico a ver qué tenía. La tuvieron que operar para poder ver qué tenía y sacarse esos seres vivos. Finalmente le extrajeron la sorprendente suma de 14 gusanos.
Eran de tan solo un centímetro de largo, pero bastantes para vivir en un ojo humano. Estos pertenecían a una especie llamada Thelazia gulosa según su médico tratante, el doctor Richard Bradbury, quien es especialista en enfermedades parasitarias y malaria en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
En ese momento, el experto catalogó esta situación como extraña. "Las infecciones por gusanos Thelazia ocurren principalmente en animales y los humanos son sólo huéspedes incidentales. Esto es increíblemente interesante y estoy seguro de que puede hacer que algunas personas se sientan aprensivas, pero no es algo de lo que la gente deba preocuparse", dijo.
Gusano pulmonar de rata
Una joven llamada, Graham McCumber, de 24 años, fue hospitalizada en Hawái por rigidez en las articulaciones, fatiga y náuseas tras comer coliflor rizada de su jardín. Tras los análisis médicos, se concluyó que la causa era el gusano pulmonar de las ratas, un parásito común en el sudeste asiático y en las islas tropicales del Pacífico.
Este gusano adulto vive sólo en roedores, pero sus larvas pueden infectar a criaturas como babosas, caracoles y camarones de agua dulce. En las personas, esta larva puede producir angiostrongiliasis, una enfermedad que afecta el cerebro y la médula espinal.
Según los especialistas de la Cleveland Clinic, la enfermedad se puede prevenir lavando y cocinando bien las verduras, caracoles, cangrejos o camarones, controlando las verduras en busca de caracoles y babosas, y evitando comer verduras crudas donde el parásito es frecuente.
Miasis
La infección por larvas de moscas, conocida como miasis, es poco común en el Reino Unido y Estados Unidos, pero se ha encontrado en personas que habían viajado a áreas tropicales y subtropicales.
Según la documentación que hay sobre este fenómeno, en el 2022, médicos extrajeron tres moscas vivas, cada una de dos centímetros de tamaño, del ojo, el brazo y el cuello de una mujer estadounidense de 32 años que visitó la selva amazónica. Todo tras recurrir a una consulta porque sentía que "algo se movía en su ojo".
Oxiuro
La infección parasitaria más común por parásitos se da a través del oxiuro Enterobius vermicularis, que se cree que está presente en más de mil millones de personas en todo el mundo, especialmente en niños.
Estos crecen hasta aproximadamente 1 cm de longitud y son específicos de los huéspedes humanos. Provocan picazón intensa en la cola y al tacto puede ser contagioso.
La Giardia Giardia duodenalis también es un parásito muy común y puede contaminar alimentos, agua y superficies. Este parásito transmitido por el agua está asociado con un saneamiento deficiente y causa síntomas estomacales como diarrea, calambres, hinchazón, náuseas y fatiga.
Los quistes de Giardia (pequeños sacos de parásitos inmaduros) transmiten enfermedades y se excretan en las heces. Pueden permanecer vivos en el medio ambiente durante meses antes de ser consumidos por otra persona. También se pueden ingerir a través de alimentos crudos o poco cocidos.
Tenias
Lo peor para el final. Las Tenias son parásitos que pueden ser un verdadero dolor de cabeza. Un hombre de 50 años en Gran Bretaña le fue descubierta una en su cerebro por los médicos. El paciente había estado experimentando dolores de cabeza, convulsiones, recuerdos y olores extraños durante cuatro años antes de que los especialistas le extrajeran el gusano en 2012, revelando que se había introducido de un lado al otro de su cerebro.
Cuando afectan el cerebro, se le define como neurocisticercosis y es la principal causa de epilepsia en todo el mundo. El gusano fue descubierto después de que las resonancias magnéticas revelaran un grupo inusual de anillos que se movían a través de su cerebro.
Posteriormente, los científicos revelaron que se trataba de un tipo de tenia conocida como Spirometra erinaceieuropaei, que se encuentra típicamente en anfibios y crustáceos en China.
Los expertos detrás del descubrimiento, dijeron que el hombre probablemente había contraído el parásito cuando visitaba China, posiblemente a través de carne o agua contaminada.
Estas larvas pueden infectar músculos y tejidos blandos. El tejido cerebral puede proporcionar un hogar para estos organismos porque es blando y de fácil acceso a través de los vasos sanguíneos. La infección cerebral puede provocar dolores de cabeza, mareos, convulsiones, deterioro cognitivo e incluso demencia, debido a un aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo, muy parecido a lo que le ocurrió a este hombre británico.
Ahora, ¿Cómo evitar parásitos en nuestro cuerpo?
Para no vivir una infección parasitaria, es necesario ser responsable a la hora de consumir alimentos, ingresar a cuerpos de agua dulce y cálida y practicar siempre una buena higiene con las manos. A continuación, te contamos los detalles:
- Evita la carne de cerdo cruda o poco cocida. Congelar la carne primero puede reducir los riesgos. Recuerda cocinar a una temperatura interna alta. Pasa de la carne de cerdo si viajas a lugares con malas condiciones sanitarias.
- Evita saltar o sumergirse en cuerpos de agua dulce y cálida, especialmente si se sabe que contienen Naegleria fowleri, la temida "ameba comecerebros".
- Practica una buena higiene de manos para reducir el riesgo de infecciones raras y comunes. Eso significa lavarse las manos minuciosamente y con frecuencia, usar jabón, frotarse durante al menos 20 segundos, enjuagarse y secarse bien. Recuerda cortar y limpiar debajo de las uñas con regularidad.
- Usa zapatos al aire libre para evitar los parásitos transmitidos por el suelo, especialmente en regiones rurales y remotas, lave los zapatos y déjelos afuera.
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