Descubren planeta "imposible" que no debería existir
El equipo de científicos, que incluye a un investigador español, ha descubierto un planeta que no debería existir. Este hallazgo desafía nuestras nociones actuales, ya que parece ser un fenómeno que hasta ahora se consideraba imposible.
Un equipo científico ha descubierto lo que han denominado como un "planeta imposible". Este nombre se debe a que desafía todo lo que sabemos sobre los modelos de formación planetaria. Su formación es tan inusual que ha sido comparado con una especie de "algodón de azúcar espacial".
Un planeta sin precedentes
Un equipo de científicos de diversas universidades alrededor del mundo, incluyendo a Francisco J. Pozuelos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC), ha descubierto un nuevo planeta denominado WASP-193b que desafía las condiciones óptimas para la existencia planetaria. Publicado en la revista *Nature*, este hallazgo destaca la peculiaridad de WASP-193b, que es significativamente más grande que Júpiter, pero con una densidad mucho menor.
Esta característica lo convierte en una anomalía dentro de la astronomía actual, ya que su origen no puede explicarse lógicamente con los modelos existentes. Por ello, la comunidad científica deberá revisar estos nuevos hallazgos y tratar de comprender qué podría estar fallando en el conocimiento actual del proceso de formación planetaria.
WASP-193b se encuentra a 1.232 años luz de la Tierra y es el segundo planeta más ligero descubierto hasta ahora. A pesar de ser 1980 veces más grande que la Tierra, su densidad es inusualmente baja, solo 0,14 veces la de Júpiter, un planeta que es un 50% más pequeño que WASP-193b.
Debido a su escasa densidad, ha sido comparado en ocasiones con el algodón de azúcar. El tamaño de este planeta, sorprendentemente grande en relación con su baja masa, se determinó a través de análisis de variación de luz, aunque el método de detección fue particularmente difícil debido a su baja masa.
Al igual que el planeta más ligero conocido, Kepler-51d, se cree que WASP-193b no es un falso positivo, sino un hallazgo genuino que desafía nuestra comprensión actual de la formación planetaria.
El planeta WASP-193b fue descubierto entre 2006 y 2012 gracias al proyecto Wide Angle Search for Planets (WASP), de ahí su nombre. Este planeta orbita su estrella cada 6,25 días. Su baja densidad sugiere que está compuesto principalmente de hidrógeno y helio, aunque aún resulta muy difícil obtener más información detallada sobre él.
Actualmente, los científicos están trabajando para conocer mejor este planeta, ya que entender sus características podría proporcionar valiosos conocimientos sobre nuestro propio planeta y otros planetas gaseosos que nos rodean.
En los últimos años, hemos mejorado nuestra capacidad para detectar nuevos planetas, y estamos refinando nuestras técnicas para identificar aquellos que podrían albergar vida. Por ejemplo, ahora estamos buscando planetas "morados" en lugar de "verdes".
Además, es sorprendente cómo encontramos planetas tan distantes de nosotros, mientras que recientemente hemos descubierto uno en nuestro propio sistema solar. Este descubrimiento resalta la vastedad y la diversidad del cosmos, así como la continua sorpresa que nos brinda el universo que habitamos.