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¿Cómo regenerar una zona afectada por incendios?

Por: María Luisa Wildner
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Los incendios forestales que afectaron a gran parte del centro y sur del país este verano tuvieron importantes impactos negativos, no sólo en la población, donde tuvimos que lamentar fallecimientos por esta causa, sino que también en la naturaleza, nuestros bosques y sus ecosistemas.

Se acercan las estaciones más frías y el invierno, la mejor época para plantar debido a las condiciones de la tierra y el ambiente. Por lo mismo, te dejamos un pequeño manual para que puedas hacerlo de la mejor manera. Conversamos con dos expertos para guiarnos en este proceso que nos pide paciencia, estudio y dedicación, si queremos ver resultados que realmente aporten a futuro.

1. Conceptos claros ¿Regenerar o reforestar?
Al querer reparar en parte el daño, es importante entender la diferencia entre Regenerar y Reforestar.

“La restauración es una intención de volver un ecosistema a lo que era antes. Por la misma razón, requiere de un estudio ecológico más acabado por ejemplo, por un ingeniero forestal, ya que se busca volver a entregar materia orgánica a un suelo dañado. Mientras que reforestar está incluído dentro del proceso de restaurar y hace referencia a plantar árboles de distintas composiciones”, señaló Tomás Soza, Ingeniero Forestal y Magíster en Recursos Naturales y Representante Regional de Latinoamérica en IFSA.


Dentro del proceso de restauración, que intenta que el sistema pueda autosustentarse y regenerarse por su cuenta, encontramos la restauración ecológica que, a su vez, debe entender el concepto de sucesión ecológica, es decir, un proceso evolutivo natural que experimentan las especies para formarse y visualizarse. “Cuando tenemos este proceso, luego de un incendio se observa que no siempre podemos partir con los árboles del sistema original, sino que hay que combatir con herbácea, leguminosas o especies que le entreguen al suelo los nutrientes que necesitan y que ayudarán a fijar el nitrógeno y dar estructura al suelo”, señaló Tomás. Por lo mismo, es necesario evaluar la zona antes de actuar.

Además, existen diversos tipos de restauración con las cuales podemos trabajar. Una de las que más te servirán una vez ya plantadas las nuevas especies será la restauración pasiva, evitando el ingreso de ganado, animales y perturbaciones al lugar plantado o bien, permitiendo que el bosque se regenere a sí mismo, aportando que su dinámica natural siga su propio curso. “Cuando vemos daños tan grandes y extensos, es probable que veamos muchos sectores en restauración pasiva, por la capacidad natural de rebrote del bosque nativo”, señaló Agustina Hidalgo, Jefa forestal de Fundación Reforestemos

 

2. Paciencia y asesoramiento
Lo sabemos, tienes muchas ganas de trabajar e intentar volver a tener lo que había antes del incendio. Sin embargo, un punto sustancial para lograr buenos resultados es hacerlo con calma, de a poco y con la preparación correspondiente para realmente aportar.

Te recomendamos asesorarte, idealmente con un experto que te pueda hablar sobre las características de la zona, la cantidad de sol que recibe, la calidad de la tierra, su localización geográfica y las especies que puedes plantar o sembrar como especies pioneras.

Si no tienes cercanos o conocidos que puedan orientarte, te recomendamos contactar a diversas organizaciones y fundaciones expertas en ésta materia para que te guíen:
Te recomendamos:
@Yo_Regenero
@Fundacionreforestemos
@Bosko.cl
 

 

 


3. Analizar el terreno daños y localización.
¿Cuánto tiempo se mantuvo el incendio en la zona? Seguramente, si había mucho viento, el fuego no logró generar tanto daño como cuando hablamos de incendios que duran días en el mismo sector.
 

 

Un incendio que pasa rápido por un lugar y no se queda quemando mucho rato, no dañará tanto como aquel que sí permanece. A nivel de suelo seguramente la quema no será mucho más allá de la propia vegetación, cobertura herbácea, materia orgánica superficial ni en los niveles inferiores. Incluso, es posible que los microorganismos y toda la vida esté viva”. Si este fue el caso de la zona que queremos restaurar, es importante dar un tiempo para analizar el daño ya que “la mayoría de los árboles nativos tienen un sistema de rebrote para sobrevivir después de los incendios”, señaló Agustina Hidalgo, Jefa forestal de Fundación Reforestemos

Hay un potencial de recuperación de nuestro bosque que es súper importante y que es probable que ocurra pero lo importante en ese sentido es revisar dónde no ocurra ese potencial de recuperación para poder evaluar qué hacer”. Si esto ocurre será necesario focalizar acciones,por ejemplo, recuperar el suelo que quedó descubierto luego del incendio y es más susceptible a la erosión

Sobre los incendios que se mantienen más tiempo en cada zona, como en las quebradas o lugares más “encajonados” es necesario revisar que no hayan ocurrido incendios subterráneos, es decir aquellos que afectan al subsuelo y a las raíces de los árboles. En ese contexto, “hay probabilidad de que las capas del suelo también se hayan visto afectadas y eso traerá consecuencias en la vida del suelo, su microorganismos y sus nutrientes”, señaló Agustina.

4. Recuperar el suelo y partir con especies pioneras
El bosque es un ecosistema vivo que depende de muchos seres para sostenerse. Por lo mismo, es necesario entregarle la mayor cantidad de herramientas para poder ayudarlo en su regeneración.

“El mayor daño que podremos ver en el suelo luego de un incendio es que se pierde la materia orgánica por lo que deberemos preocuparnos de restaurar ésta antes que nada. Seguramente tendremos que abonar y contar con especies pioneras, que se instalan en un lugar degradado y pueden ser herbáceas, leguminosas o árboles como el Espino o el Quillay, debido a su rápida adaptación”, señaló el Representante Regional de Latinoamérica en IFSA. El bosque genera un dosel que entrega un hábitat y cuidado del sol, vientos y lluvias a las plantas más nuevas, permitiendo un correcto crecimiento. Por lo mismo, estas especies pioneras ayudarán a regenerar el suelo y entregar sombra, hábitat y protección necesaria para que las plantas sobrevivan al  exceso de sol o lluvia.

5. Recomendaciones
1. Da un tiempo para ver cómo reacciona la zona luego del incendio, evalúa la tierra y observar si existe regeneración de los árboles quemados.
No te pongas a trabajar inmediatamente ya que es probable que no sea fructífero.

2. Asesórate y planifica. Esto te ayudará a no desperdiciar recursos y trabajar de la manera más óptima y eficiente.

3. Espera el invierno para plantar.
Es esta época donde la tierra está más fértil y mejor preparada para recibir semillas o plantas nuevas. Además, evitarás que las plantas se sequen o sufran con el calor

4. Planta especies pioneras antes de los árboles definitivos.
Esto ayudará a preparar mejor el lugar y regenerar el suelo.


5. No plantar especies que no corresponden al ecosistema y que no son nativos de la zona. Ejemplo: Un Quillay de La Serena que se planta en Bio Bio no responderá de la mejor manera porque no se podrá adaptar. Por lo mismo, lo mejor es comprar en viveros de la zona y con plantas que ya hayamos visto que son nativas del sector.


6. Asegúrate que la zona sea segura para los animales nativos de la zona.
Los animales son parte del ecosistema vivo del bosque y ayudan a su crecimiento y proliferación. Por ejemplo, los pájaros al comer semillas de nativos y luego dejar sus deposiciones en el bosque, entregan la semilla con abono y en condiciones óptimas para que ésta germine. Por lo mismo y para que no éstos no se vayan, procura que la zona sea un ambiente de seguridad y tranquilidad. Para esto, puedes poner fuentes de agua para que sirvan de hidratación y alejar a posibles cazadores.


¡No pierdas las ganas, organízate con tu comunidad, asesórate y manos a la obra!

 
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