Científicos descubren una forma de retrasar el envejecimiento
El envejecimiento es un proceso que no podemos detener, sin embargo según científicos, existiría una manera de retrasarlo.
¿Quién no ha soñado alguna vez con la vida eterna? Bueno, lamentablemente es imposible porque el envejecimiento es inminente, sin embargo, habría una manera de retrasarlo un poco y todo sería gracias a los tardígrados.
Los tardígrados, apodados como osos de agua, son diminutas criaturas que no llegan a medir medio milímetro de largo. Poseen una notable habilidad para sobrevivir en condiciones extremas.
Los osos de agua exhiben una asombrosa capacidad para resistir temperaturas cercanas al cero absoluto (-273°C), calor intenso que supera los 150°C, deshidratación completa, exposición a radiación dañina e incluso el vacío del espacio exterior.
LEE TAMBIÉN: Dieta mediterránea retrasa el envejecimiento biológico
Para sobrevivir, los tardígrados adoptan un estado de animación suspendida conocido como biostasis. Utilizan proteínas que crean una especie de gel dentro de las células para disminuir la velocidad de sus procesos vitales.
La biostasis implica la suspensión temporal o la drástica reducción de los procesos metabólicos y vitales de un organismo. Este estado permite al organismo sobrevivir en condiciones extremas, que de otro modo serían letales, conservando su integridad hasta que las condiciones mejoren.
Recientemente, investigadores de la Universidad de Wyoming han llevado a cabo un estudio que ha arrojado luz sobre cómo las proteínas presentes en los tardígrados pueden también ralentizar los procesos moleculares en los seres humanos.
Los tardígrados podrían ser la clave para frenar el envejecimiento
Al insertar estas proteínas tardígradas en células humanas, los investigadores notaron la formación de un gel que ralentiza el metabolismo, de manera idéntica a como ocurre en los tardígrados.
También se ha demostrado que las células humanas que contienen estas proteínas son más resistentes al estrés cuando se someten a biostasis. Esto sugiere que el proceso puede dotar a las células humanas con habilidades similares a las de los tardígrados.
"Sorprendentemente, cuando introducimos estas proteínas en las células humanas, también forman un gel y ralentizan el metabolismo, tal como lo hacen en los tardígrados" dijo Silvia Sánchez-Martínez, investigadora de la Universidad de Wyoming.
Es crucial destacar que este proceso es completamente reversible: una vez que se reduce el estrés ambiental, el gel se disuelve y las células humanas retoman su metabolismo normal.
Las implicaciones de este descubrimiento son enormes. Abre la puerta a tecnologías que podrían inducir biostasis en células individuales, e incluso en organismos vivos completos, con el propósito de retardar el envejecimiento y mejorar su capacidad de resistencia.
Además, las ventajas de utilizar estas proteínas no se detienen ahí. Investigaciones previas realizadas por el equipo ya han demostrado que las proteínas tardigrades pueden emplearse para estabilizar productos farmacéuticos importantes sin necesidad de refrigeración, lo que resulta beneficioso para personas con hemofilia y otras enfermedades.
La habilidad de los tardígrados para sobrevivir a la deshidratación sigue intrigando a los científicos y continúa impulsando la investigación sobre estas criaturas. Esto se debe a que los tardígrados parecen tener un enfoque único para este proceso, a diferencia de cualquier otro organismo capaz de entrar en animación suspendida, y sus resultados son altamente eficientes. Queda aún mucho por descubrir en este campo.