
Científicos aseguran que vacuna contra el herpes zóster podría prevenir el Alzheimer
Un estudio británico señala que las personas vacunadas contra el herpes zóster tienen menos posibilidades de padecer una enfermedad neurodegenerativa.
Un reciente descubrimiento científico podría abrir una nueva puerta en la lucha contra la demencia y el Alzheimer. Una investigación publicada en la revista Nature reveló un hallazgo sorprendente: la vacuna contra el herpes zóster no solo protege frente a esta dolorosa infección viral, sino que también podría disminuir el riesgo de desarrollar demencia.
El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una reactivación del virus que causa la varicela. Aunque no suele ser mortal y aparece principalmente en adultos mayores, puede provocar complicaciones como la neuralgia posherpética, un dolor crónico que impacta significativamente la calidad de vida. Sin embargo, hoy este virus vuelve a estar en el centro de atención por una razón completamente distinta.
Relación entre vacuna y menor riesgo de Alzheimer
El estudio, realizado en el Reino Unido, analizó a más de 280 mil adultos mayores. Durante un seguimiento de siete años, más de 35 mil personas fueron diagnosticadas recientemente con demencia. Los investigadores observaron que quienes habían sido vacunados presentaban menos casos, en especial de Alzheimer. Si bien los datos sobre hombres aún no son concluyentes, la tendencia en mujeres fue clara.
Los resultados del estudio mostraron que las mujeres vacunadas presentaron una reducción del 20% en los diagnósticos de demencia.
Flavio Salazar, inmunólogo de la Universidad de Chile, explicó a LUN que las vacunas pueden activar respuestas inmunológicas que no solo protegen contra infecciones específicas, sino que también podrían influir en procesos neurodegenerativos. “Esa inflamación localizada al momento de vacunar podría tener un efecto protector en las neuronas”, afirmó.
En Chile, aunque la vacuna Zostavax ya no está disponible, su reemplazo, Shingrix, fue aprobado y podría llegar próximamente a centros de salud privados.
Este descubrimiento podría marcar un nuevo enfoque en la prevención de la demencia y abre la puerta a futuras investigaciones sobre el impacto de las vacunas en enfermedades del cerebro.