Bennu: Las intrigantes hallazgos que encontró la NASA en el asteroide
Científicos lograron interpretar el contenido que la sonda que fue a Bennu tenía en su interior. La NASA todavía sigue encontrando respuestas del espacio.
Bennu ha revelado sus secretos. El asteroide con más de 4.500 millones de años de antigüedad, ha sorprendido a los científicos con pruebas de agua y un alto contenido de carbono. Esto para la NASA, podría "indicar que los componentes básicos de la vida en la Tierra se pueden encontrar en la roca".
Recordemos que el pasado 24 de septiembre, aterrizó en nuestro planeta la sonda Osiris-Rex, la que hizo un viaje galáctico de 6.200 millones de kilómetros hasta este asteroide y luego volver con pruebas a la Tierra.
NASA analiza a Bennu
Esta cápsula, llevaba en su interior más de 60 gramos de lo que es denominado como "polvo oscuro", de la superficie de este cuerpo celeste de 500 metros de largo. Una roca gigante que puede ser una perfecta amenaza para la Tierra, y que tiene secretos sobre el origen de nuestro espacio.
Durante estas dos semanas, astrónomos, científicos e ingenieros trabajaron en un análisis exhaustivo para encontrar alguna respuesta preliminar del material que contiene Bennu, el que es considerado como el tercer asteroide del que se recogen muestras y se logran traer a nuestro planeta.
En una presentación realizada en Houston, Texas, Bill Nelson, administrador de la NASA, manifestó: "es la muestra de asteroide rica en carbono más grande jamás enviada a la Tierra y ayudará a los científicos a investigar los orígenes de la vida en nuestro propio planeta para las generaciones venideras" (...) "El análisis inicial muestra la presencia de agua y moléculas orgánicas en la arcilla. 5% de carbono del peso. Las moléculas de carbono y agua son necesarias para la vida".
Es así que durante estas primeras dos semanas, los científicos llevaron a cabo una inspección rápida del material. Este proporcionó pruebas de estos elementos en el contenido espacial recopilado "A medida que observamos los antiguos secretos preservados dentro del polvo y las rocas del asteroide Bennu, estamos desbloqueando una cápsula del tiempo que nos ofrece conocimientos profundos sobre los orígenes de nuestro sistema solar", anunció Dante Lauretta, investigador principal de Osiris-Rex, de la Universidad de Arizona, Tucson.
"La abundancia de material rico en carbono y la abundante presencia de minerales arcillosos acuíferos son solo la punta del iceberg cósmico. Estos descubrimientos, posibles gracias a años de colaboración dedicada y ciencia de vanguardia, nos impulsan en un viaje para comprender no solo nuestro vecindario celestial, sino también el potencial para el comienzo de la vida", agregó Lauretta.
"Con cada revelación de Bennu, nos acercamos más a desentrañar los misterios de nuestra herencia cósmica", aseveró.
Tras aterrizar en la Tierra, la sonda fue trasladada de inmediato por los técnicos hasta el Centro Espacial Johnson de la NASA, ubicado en Houston. Tenía que ser rápido y preciso, dado que el artefacto no podía presentar algún rasgo de contaminación que podría alterar los estudios.
Una vez en el laboratorio, en un espacio hermético, los científicos abrieron el artefacto con más dificultades de lo que se tenía previsto. De hecho, tuvo que hacerse más despacio porque la muestra de arena espacial desbordaba el envase.
Estamos hablando de 250 grs. de material que estaba al interior del recipiente de la sonda. Era una muestra considerable comparado a los que se tenía pensado que podrían llegar a la Tierra.
Hasta el momento, solo cinco gramos de arena extraída del asteroide Ryugu era el material más antiguo del sistema solar del que se tenía acceso. Nos referimos a 4.500 millones de años de "tierrita", que pudieron llegar a la Tierra gracias a una misión japonesa que se realizó con la sonda espacial Hayabusa 2.
Esta última regresó en 2020 a la Tierra y su análisis hecho por la NASA, en conjunto con Japón, mostró que transportaba uracilo, la que es una de las cuatro letras del ARN, esencial para la vida.
El hallazgo representa que el compuesto está presente en el espacio, y se pudo reforzar la hipótesis de que las moléculas orgánicas presentes en asteroides y cometas, contribuyeron en la evolución prebiótica de la Tierra. Tres años se demoraron los japoneses para publicar este resultado de sus investigaciones.
Cápsulas de tiempo
Así son definidos los asteroides, los que también son considerados como fósiles del sistema solar. Estos poseen las claves para entender la formación de nuestro espacio, e incluso se hacen análisis de estos para ver si estuvieron presentes en el origen del agua, e incluso en la vida que surgió en nuestro planeta.
Algunos científicos sospechan que estos cuerpos celestes pudieron transportar el agua de los océanos y los ladrillos con los primeros compuestos orgánicos que dieron origen a la vida.
Pues bien, ya está completa la primera parte de la misión hasta el asteroide Bennu, el que da vueltas entre el Sol, Marte y la Tierra. Se logró hacer un trabajo que contemplaba una distancia de 300 millones de kilómetros de distancia, y se pudo recoger el polvo que nos entrega respuestas a las preguntas sobre el origen del universo.
Se retiró un poco de polvo, el que será analizado por una nueva generación de científicos en el futuro. Según la NASA, el cruce de Bennu con la Tierra sería el 24 de septiembre de 2182, y el riesgo de impacto que se presenta es de uno a 2.700.
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