La muñeca más famosa del mundo llegó al cine de la mano de la directora Greta Gerwig. El resultado es una comedia brillante que no sólo parodia la vida de ensueño de plástico, sino que a la sociedad actual.

Creada en 1959, Barbie se convirtió en un ícono de la cultura pop. La sensación de Mattel ha tenido un sinfín de profesiones a lo largo de toda su vida, y no ha estado exenta de polémicas. Esta realización toma las luces y las sombras del personaje y hasta incurre en la autoparodia de forma excepcional.

 

Sin dar muchos detalles de la trama, ya que parte del encanto de esta realización se encuentra en sus sorpresas, se ven muchos guiños al juguete y a su legado. Esto se ve tanto en el diseño de producción, en la vestimenta y en los personajes. Hay un ojo en el detalle que destaca desde el comienzo, con el logo de Warner de color rosado. 

 

Lo primero que salta a la vista al ver un filme como "Barbie", es que estamos frente a lo que podría ser una amalgama entre "La gran aventura LEGO" (2014) y "Matrix"(1999); pero con chistes de doble sentido, parodias y temas importantes como la búsqueda personal, la depresión y el rol de la mujer en la actualidad.

 

El audaz guión de esta película está tan bien armado que no sólo es un autobombo a Mattel mismo y la industria del juguete; sino que maneja con mucho cuidado situaciones inesperadas que dejan al espectador pensando sobre la equidad, y hasta lo malo que esconde una sociedad perfecta.

 

Porque aunque no lo parezca, estamos frente a un largometraje que no es para niños. No es como otros filmes que esconden uno que otro chiste subido de tono. Aquí la narrativa es madura, hay comentarios introspectivos y situaciones hechas totalmente para adultos. Pero también hay instancias ridículas que te sacan una sonrisa al instante. 

"Barbie" te sorprende, y entre el humor se escapa una de las mejores críticas a los roles de género y a la sociedad patriarcal que se ha visto. Todo este trabajo se ve rodeado por sets llenos de rosado y con lujos de detalles tanto en pantalla, como en el subtexto del filme.

 

Esta película se vende como un producto de fácil consumo y entretenimiento, pero Greta Gerwig le aportó una visión única, que transforma al filme en uno de los más audaces e imprescindibles del año. 

 

Mattel autorizó una comedia que a ratos los destruye, pero que promueve de forma increíble la equidad de género. Todo de la mano de la muñeca más versátil del mundo. 

 

Barbie podrá ser doctora, profesora o veterinaria; pero en el cine busca conocerse a sí misma y vivir en una sociedad más justa. Rompiendo cadenas tanto ideológicas, como de plástico.