Amaya Forch confiesa un duro momento que vivió en el extranjero

Por: Blanquita Matte
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“En Chile Lindo. El país que soñamos”, Sol y sus invitados conversan en un contexto completamente diferente al que están acostumbrados.

En el segundo capítulo de “Chile Lindo. El país que soñamos”,  la periodista, documentalista y viajera de corazón, Sol Leyton viajó con la actriz Amaya Forch hacia el lago Rapel.

Amaya Forch
Amaya Forch

“Yo viví con mi mamá hasta los 17, a los 17 me fui a vivir con mi papá y a los 20 decidí que ya era adulta, y a los 22 me fui a Europa, pero la verdad es que me fui enamorada, o sea la anécdota es él, pero no es la razón por la que me fui, o sea me fui porque quería volver a estar viviendo allá en Europa, viajaba todos los años. Y sí me lancé al amor, pero también me lancé al abismo y fue difícil, fue muy duro”, cuenta Amaya Forch.

Una de las cosas que Amaya Forch revela que fue difícil durante su vida en Europa es “la soledad, el no tener en quién apoyarse para salir a adelante y ahí una vez más tuve que apoyarme en mí porque no me quedaba otra”.

Además cuenta que le tocó vivir algo espantoso con un productor musical, “yo iba a ser la corista de un disco de una banda bien conocida con un productor conocido, me llevó a su estudio de grabación, y no era su estudio de grabación y me encerró ahí durante 16 horas. Era su casa…todo lo que sucedió ahí es algo que yo tengo que contar en algún momento”. 

“No entiendo que a alguien le pueda producir satisfacción resquebrajar el alma de otra persona, con qué derecho, y sobre todo en mujeres, con qué derecho”, reflexiona Amaya Forch.

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