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Guillermo Bruce, el destacado comediante que sacó carcajadas en la década de los 80

  • Por: Tatiana Hernández
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El actor y comediante Guillermo Bruce hizo reír a todo un país con sus divertidos sketches, sus rutinas y sus personajes hace varias décadas. El intérprete fue parte de la generación de cómicos que marcaron el humor en aquella época, junto a sus colegas Eduardo Thompson, Pepe Tapia, Gilberto Guzmán, Chicho Azúa, Ernesto Ruiz, entre otros.

Bruce comenzó su carrera en la década de los 50. Fue parte del elenco de la obra televisiva “La pérgola de las flores”. Más tarde, se unió al elenco del mítico “Bim Bam Bum”, la recordada compañía de revistas en la comenzó a desarrollar su veta humorística que lo hizo popular en el país.

Formó parte de Residencial La Pichanga, un programa de radioteatro en el que humorísticamente reflejaban los resultados del campeonato de fútbol chileno. 

En los ochenta, Bruce comenzó a participar en el recordado programa de Don Francisco, “Sábados Gigantes”, con diversas rutinas humoristas, donde uno de sus personajes más recordados es “Angulo”, del famoso trío “Pinto, Paredes y Angulo”, junto a sus colegas Eduardo Thompson y Gilberto Guzmán, quienes interpretan a unos maestros chasquilla que sacaban carcajadas con sus sketches.

Durante su carrera, Guillermo Bruce fue uno de los precursores del llamado “video picaresco” en el país, participando en producciones como “El cartero chifla dos veces” y posteriormente con “Flor de Hotel: un hotel peculiar”.

Guillermo Bruce y sus últimos complejos años

Los problemas de salud acompañaron al comediante durante sus últimos años de vida. En el año 2005 sufrió un accidente vascular que le paralizó la mitad del cuerpo. Al año siguiente, debió ser hospitalizado por una infección renal.

En aquel entonces, le diagnosticaron un cáncer de próstata que padeció hasta sus últimos años, más una diabetes que agravaba la situación.

De acuerdo con el diario La Cuarta, Guillermo Bruce habló en 2009 sobre cómo era su situación viviendo en una pequeña casa, la cual no contaba con las suficientes comodidades, y que además, junto a su hijo debían abandonar la morada en unos meses.

Bruce se vio obligado a vender todos sus bienes para pagar las deudas. “Las clínicas te pegan un palo en el que te dejan loco mucho tiempo. Ahí me quedé solo, los cobardes (amigos), apretaron todos”, disparó Bruce.

“No tenemos a dónde ir a parar, no sé qué será de mí en cinco minutos más. Lo único que sé es que antes de morir quiero vivir en una casa digna”, confesó al medio.

El 26 de junio de 2011, Guillermo Bruce no pudo más y falleció tras sufrir un paro cardiorrespiratorio a la edad de 78 años.

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