Los argumentos de Simón de la Costa para ganar Tierra Brava

Los realities de Canal 13 se han caracterizado por la gran variedad de destrezas que hay que tener para ganar. Tierra Brava no será la excepción. Aquí están los argumentos que esgrime Simón de la Costa, la nueva incorporación, para derrotar a su competencia.

Desde la final de La Granja (2005) entre Gonzalo Egas y Álex Gerhard que los realities de Canal 13 han dado que hablar por lo extremas de sus pruebas. Estas están llenas de adrenalina, tensión y emoción televisiva que han tenido a los espectadores sentados al borde de sus asientos. Tierra Brava no será la excepción.

 

Cuando este domingo 1 de octubre se estrene Tierra Brava veremos cómo estas emocionantes competencias vuelven y los competidores tendrán que hacer uso de todos sus recursos para ganar.

 

Los argumentos de Simón de la Costa

Hoy se anunció a Simón de la Costa como nuevo participante del reality y este ya hizo gala de un gran desplante para defender las apuestas a su favor. Simón aseguró que viene "con la responsabilidad política de ser contestatario a la imposición del heteropatriarcado".

Además de sus convicciones, de la Costa tiene más formas de defenderse en la competencia y con lo que espera llegar a buen puerto. Con jóvenes 26 años de edad, 1,92 de altura y 120 kilos de peso la fuerza no le falta y el estado físico lo mantiene en estado óptimo. “Soy grandota, tengo fuerza y me encanta correr. Me mantengo bien, mi único desafío va a ser las pruebas aeróbicas o de escalar cosas. Pero para mí entrar ya es ganar, porque entro y represento a tanta gente y tanto territorio, que eso ya es un logro. Yo siempre gano”, dice.

También advierte a los que lo miren en menos que su manera de ser y expresarse no será un impedimento para arrasar en la competición. “Siento que el acto performativo es un acto de identidad, y yo en lo personal me preocupo que mi identidad se exprese a través de mi vestimenta. Pero no me siento diva, todo lo contrario, soy súper humano”. De este modo deja en claro que no se achicará ante nadie ni ante ninguna dificultad.