En Tierra Brava todos se emocionaron al cerrar la habitación establo, especialmente Nico Solabarrieta, quien durmió en esa habitación por gusto durante más de 40 días para acompañar a Guarén. “Esto de verdad terminó siendo mi casa”, confesó el joven.
“Aquí se hizo mucha familia. Aunque dormir en el establo sacaba lo peor de uno”, recordó, por su parte, Botota sobre la habitación.
Para cerrar simbólicamente el lugar, la animadora les pidió a los participantes dejar un artículo personal de cada uno para poner en una cápsula del tiempo que enterraron en la hacienda.
La mayoría dejó prendas de ropa, salvo Shirley, que dejó su vaporizador; Gabrieli, que dejó una bandera brasileña autografiada; y Pamela, que dejó la corona que ganó en el reality.
Con eso, se inició una nueva etapa en el espacio de telerrealidad, donde las competencias serán individuales entre los ocho participantes restantes.