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Los Socios lograron su cometido y pasaron la noche en el Desierto del Sahara, sin embargo, al amanecer se encontraron con una situación que podría entorpecer su travesía.
Alí y los camellos desaparecieron sin dejar rastros, lo que dejó a Saavedra y Zabaleta perdidos en medios del Sahara sin saber qué hacer ni a dónde ir.
Ante el inminente temor de la situación, los socios comenzaron a dar vueltas sin sentido por el desierto, sin poder encontrar una pista del paradero de quienes les acompañaban.
Las horas pasaron, los ánimos tensaron la ya complicada situación, pero el dúo de amigos no paró de buscar una forma de salir de la árida zona.
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