Gloria Münchmeyer y Catalina Guerra estuvieron en el quincho de “Socios de la parrilla”
- Por: Constanza Fernández
Este sábado en un nuevo capítulo de “Socios de la parrilla”, sus conductores recibieron a las actrices Gloria Münchmeyer y Catalina Guerra.
Este sábado en un nuevo capítulo de “Socios de la parrilla”, sus conductores Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot recibieron en su quincho a la una de las duplas madre e hija más querida de la televisión: las actrices Gloria Münchmeyer y Catalina Guerra.
Como las presentó Pancho, “ambas mezclan belleza, actitud y talento, además de ser exitosas en el teatro, la televisión y el cine chileno”. Junto a ellas se vivió un capítulo de muchas risas y humor, contando divertidas anécdotas que han vivido y momentos de muchas emociones, revelando la mutua admiración que se profesan.
Comenzando la conversación, Saavedra dijo que para romper el hielo quiere comenzar con una canción y Cata Guerra lanza una hilarante respuesta, “ya, pero que no sea de ‘Pin-Pon’”, lo que causó las carcajadas de todos en la mesa, incluyendo su madre.
En el juego “Ella o yo”, Gloria Münchmeyer reveló que quiso ser monja, "pero fueron tonteras de adolescente. Fue un fin de semana que me fui a un retiro y Dios no me hablaba”. Con humor continuó: “yo fui con la mejor intención, pero Dios no me hizo caso porque no me habló y a todas las demás les hablaba, ellas me decían ‘me habló Dios’ y a mí nada”. Agregó que, de sus compañeras de las Monjas Francesas, sólo una fue religiosa.
Por su parte, Catalina, la menor de los dos hijos de Gloria y el actor Jorge Guerra, recordado por el personaje infantil “Pin Pon”, desclasificó que en el colegio ella “era una líder negativa, yo estaba al mando y realizando las atrocidades más grandes. Estaba en un colegio que era muy libre, entonces éramos desordenados, hacíamos incendio en la sala, pegamos chicle en el pelo de las compañeras… Yo salí de cuarto medio escribiendo la palabra gas con ‘zeta’”.
“A la Cata nunca la echaron del colegio, y a mí sí, porque las apariencias engañan. Me expulsaron por malas notas, pero me portaba mal, hacía la cimarra y todas esas tonteras”, señaló la protagonista de la teleserie de Canal 13, “Los Títeres”, y añadió que, en su opinión, ir al colegio era “tiempo más perdido, la educación era muy mala en esa época. El colegio era un paso antes de casarse porque el objetivo era que nos casáramos”.
Posteriormente, Gloria contó que su primera teleserie en Chile fue en el año 1981, “La Madrastra”, proyecto escrito por Arturo Moya Grau y dirigido por Óscar Rodríguez: “Ricardo Miranda creó en Canal 13 el Área Dramática que no existía en ningún otro canal, e impulsó este movimiento de teleseries que se hizo muy famoso durante mucho tiempo”.
Casi 10 años después, llegó su hija Catalina Guerra para actuar en su primera teleserie en Chile, “Acércate más”, proyecto dramático del 13, basado en un autor brasileño. “Encuentro que era tan chica, si al año siguiente tuve a Antonia”, comentó Catalina.
En tanto, Saavedra le preguntó si ser la hija de Gloria y Jorge fue un peso para ella. “Cuando tuve que decidir qué estudiar, para mí fue un alivio hacerlo en Buenos Aires, por la presión que sentía de ser actriz e hija de estos dos personajes tan potentes, que a mí me ponía muy a prueba. Tenía que ser buena y si era buena era porque tenía gente conocida que me daba pega. Entonces la única manera de saber si era buena y si realmente me gustaba, era estando lo más lejos posible”, indicó.
Luego, recordaron el gran final de “Los Títeres”, teleserie que Canal 13 transmitió en el año 1984, y donde Gloria realizó el papel de la gran villana Adriana Godán. En relación a esta interpretación, la actriz señaló que “me gustan más los personajes cómicos, generalmente los actores que son buenos para la comedia también son buenos actores en drama. En cambio, los que son buenos actores en drama no siempre son buenos para la comedia. Es muy bueno el ejercicio de la comedia para saber si un actor tiene un rango más potente de ejecución”.
Más adelante, rememoraron a “La Vicky y la Gaby”, personajes que nacieron en 1987 en el programa cómico “Mediomundo”, donde Münchmeyer junto a la actriz Rebeca Ghigliotto interpretaban a dos excéntricas y divertidas amigas, creadas por el también actor Andrés Rillón. “Fueron personajes que pegaron muy fuerte, y quedaron. La gente nunca sabía cuál era la Vicky y cuál era la Gaby, para mí ellas son la misma persona, pero con dos caras”, señaló la reconocida actriz.
Además, reveló que tuvo ofrecimientos de volver a hacer “La Vicky y la Gaby” tras la muerte de Rebeca en 2003. “Dije que no, era imposible”, aseguró Gloria. Además manifestó que con Ghigliotto “no éramos amigas personales, pero nos aveníamos mucho trabajando. Éramos muy distintas en todos los sentidos, pero cuando trabajábamos juntos éramos como un cañón”.
Ya sentados en el living de “Socios de la parrilla” para conversar temas más cercanos e íntimos, Saavedra le preguntó a Catalina Guerra por su relación con su padre. “Yo tengo pocos recuerdos de mi papá. Mi papá se fue cuando yo tenía seis años y mis papás se separaron cuando yo tenía dos años, entonces no tengo recuerdos de una familia con papá y mamá. Después mi papá se fue de Chile, y ahí tengo menos recuerdos”, sostuvo, agregando que tuvo que aprender a hacer convivir la imagen de un padre ausente con la de un personaje muy conocido por todos.
“Siempre fue una relación muy extraña, porque yo decía ‘este es un papá que tiene un personaje histórico para Chile y ha calado hondo en la infancia de muchas generaciones, sin embargo, yo no tengo recuerdo con él’. Después lo fuimos a ver a Ecuador, luego a Cuba y ahí logramos tener un vínculo un poco más real, porque el papá del cotidiano, de estar día a día, no existía. Todo esto hizo que nosotros tres (ellas y su hermano) fuéramos súper unidos, pero muy intensos en cómo nos relacionábamos, en lo cotidiano éramos muy profundos, muy cercanos y muy íntimos”, reflexionó la actriz de “Soltera otra vez” sobre el recordado “Pin Pon”.
Por su parte, Gloria Münchmeyer tuvo que criar sola a sus dos hijos, y frente a este tema comentó que, “como millones de madres chilenas, ahora desde la distancia me pregunto cómo pude, pero en ese minuto era lo que había que hacer no más. Había que ‘echarle’ para adelante”.
En relación a esta vivencia de su madre, Catalina puntualizó que su madre hizo algo muy asombroso para lograr criarlos sola y mantener la casa al mismo tiempo. “No era solo ‘echarle’ para adelante, yo creo que mi mamá fue una mujer realmente excepcional. Era criar a dos hijos con muy poco tiempo porque trabajaba mucho. Convivíamos en horarios al revés, porque nosotros llegábamos del colegio y mi mamá se iba al teatro, pero los momentos que estábamos los fines de semana mi mamá hacía todo lo posible para que saliéramos los tres juntos con miles de actividades distintas. Fue una mamá súper ‘aperrada’, motivadora y muy profunda”, indicó.
Asimismo, enfatizó que su madre es la persona que ha estado para ella cada vez que ha necesito ayuda. “Para mí la Gloria ha sido un apoyo permanente en todos los procesos que he vivido, que han sido fuertes, han sido dolorosos, alegres, de todo, porque mi vida siempre ha sido muy intensa. Y mi mamá siempre ha estado a mi lado, de manera muy valiente y generosa, muy inteligente, muy asertiva. Ella te da vuelta un problema, lo ve desde otro lado, siempre ganando y aportando”, manifestó Catalina.
Además, conversaron sobre la película “El Conde”, producción dirigida por Pablo Larraín, donde ambas actúan y que fue ovacionada en el Festival de Cine de Venecia con un aplauso de más de cinco minutos. “El Conde” es una comedia negra que muestra a Augusto Pinochet como un vampiro de 250 años, y Gloria Münchmeyer interpreta a su esposa, Lucía Hiriart.
“Es curioso porque los actores sabemos muy poco cuando trabajamos en una película, en este caso no sabíamos nada y no entendíamos nada. Se nos vino la película encima cuando la vimos. Es una gran película”, sostuvo Gloria sobre la producción que ganó el premio a Mejor Guión en la Biennale, y adicionó que, “en términos de grandeza, es el mejor proyecto en el que he trabajado. Porque puede ser que ‘La luna en el espejo’ haya sido la mejor película mía en términos de cámara, chiquita, íntima. Pero ‘El Conde’ es una explosión de imagen y contenido”.
En cuanto a su interpretación de Lucía Hiriart, la actriz de 85 años reveló que siempre supo que, por su parecido físico, era un rol que algún día iba a tener que hacer. “Me habían llamado mucho para hacer a la Lucía en distintos proyectos, pero nunca resultaron. Cuando me llamó Larraín, me citó a un café para decirme que iba a hacer una película sobre Pinochet y dijo ‘quiero que tú hagas a la Lucía’”, contó.
Además, recordó la impresión que se llevaron sus compañeros al verla peinada y vestida como Hiriart. “Nadie del elenco me había visto caracterizada, y cuando Jaime Vadell me vio de Lucía Hiriart dijo ‘Uyy, qué susto’”, rió Gloria.