Sigamos de Largo / Capítulo 144
- Por: Christian García
Ha cautivado a toda Latinoamérica con su inconfundible voz. Myriam Hernández, “La baladista de América”, nos visitó en este capítulo de “Sigamos de Largo”, para conversar sobre su extensa y exitosa carrera musical y televisiva, además de recordar entretenidas anécdotas.
En conversación con Sergio Lagos y Maly Jorquiera, antes de entrar en temas relacionados a su trabajo, la cantante reveló algunos detalles del episodio que vivió su esposo, Jorge Saint-Jean, quién sufrió un infarto. Myriam, quién aseguró ser creyente, comentó que fue lo que pasó ese día y más aún sorprendió con una reveladora confesión.
“Abro la Biblia en mi celular (…) y busco palabras, porque en ese minuto (uno está diciendo) ‘Dios Mío ayúdame, que no le pase nada’, en fin… y abro la Biblia y me sale que dice “la verdad que estuvo enfermo a punto de morir, pero, Dios se apiadó de él y tuvo misericordia para que no sufrieras tristezas sobre tristezas”, señaló, causando la sorpresa de los animadores.
En otros temas, Hernández también se refirió a su faceta de “Tiktoker”, por la cual destacó durante la cuarentena. “Es tan divertido lo que me pasa… uno sube el Tik Tok y sabe que miles de personas lo ven. Pero el hecho de estar aquí, mirándote, siento como pudor” reconoció mientras revisaban algunos de los videos de su cuenta.
En la sección “Mito o verdad”, Myriam confesó que a pesar de vivir 10 años en Miami, nunca aprendió a hablar en inglés. “Soy una floja. De verdad, flojera, porque obviamente en 10 años, ¿cómo no vas a aprender? Claro, aprendes ponte tú lo que te hablan tus amigas porque obviamente estaba llena como de gente latina, pero todos ahí hablan inglés. Son latinos pero hablan en inglés. Entonces te acomodas y empiezas un poco un diálogo, básico, que ya empieza a fluir. Pero así como de ir, estudiar… no. Siempre pasaba en giras también y de repente era como: no… ahora no”, comentó.
Además, Sergio Lagos, fue sorprendido de una manera muy especial durante este capítulo que no puedes dejar de revisar.
¡Revive el capítulo!