En el quinto capítulo de la cuarta temporada de Siempre hay un chileno, conocimos la historia de tres compatriotas radicados en Islas Canarias.
En este capítulo de conocimos la historia de tres chilenos, Valeska, Guillermo y Carlos, quienes realizaron un recorrido por los lugares más turísticos e históricos de las Islas Canarias.
Además, nos compartieron sus vivencias y grandes diferencias culturales que han experimentado en el archipiélago español.
Partimos nuestro recorrido por la isla Gran Canaria junto a Valeska Álvarez, una chilena que llegó al país cuando tenía solamente 20 años.
Valeska nos mostró lugares como Puerto de Mogán, Maspalomas, las cuevas de Guayadeque y la Fortaleza de Ansite.
Además, fuimos testigos del increíble ensayo del espectáculo circense del cual Valeska es parte. Ahí también nos encontramos con otro chileno, que nos contó cómo ha sido su experiencia en Gran Canaria.
El segundo chileno en compartir su experiencia en las Islas Canarias fue Guillermo Lecaros, un maipucino que lleva 8 años en el lugar y que demuestra todos los días su amor por la “U”.
Y ese amor no solo queda demostrado en su vestimenta diaria, sino en su emprendimiento, el bar “Mr. Búho”, llamado así por el equipo y que sirve comida y tragos típicos chilenos.
Finalmente, llegamos hasta la isla Lanzarote, donde conocimos a Carlos Valenzuela, un osornino que dejó Chile por amor.
Conocimos lugares como la Casa Museo del Campesino y la Playa del Papagayo, ideales para los turistas, pero que ahora se ven desiertos debido a las pocas visitas que se han registrado durante el último año.
Además, conocimos el bar y restaurante de Jameos del agua, ubicado dentro de una cueva y que llama la atención por su gran anfiteatro natural que posee una laguna de agua salada en su centro.