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Revisa qué pasó

¿Qué salió mal en América Latina?: "la región más afectada en pandemia"

  • Por: Matías Rivera
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Mientras Europa y Estados Unidos han relajado medidas y han avanzado en campañas de vacunación. América Latina es todo lo contrario. Algunos países de la región viven su peor situación y se han convertido en epicentros para el Covid-19. 

Algunas capitales de Sudamérica como Bogotá, Buenos Aires y Caracas presentan un aumento de casos. La capital de Colombia registra el mayor nivel de transmisión del covid-19 desde el inicio de la pandemia y sus autoridades emitieron una alerta roja. 

Por otra parte, en Buenos Aires, la ministra de Salud argentina confirmó la semana pasada que el sistema de salud está "en riesgo de desborde".

En el caso de Caracas, donde los hospitales carecen de camas, insumos y hasta personal, a muchos venezolanos sólo les queda rezarle al doctor José Gregorio Hernández, conocido como el "médico de los pobres", para que los cure.

¿Qué pasó en América Latina?

Durante la última semana de abril, la región acumuló alrededor del 35% de las muertes por Covid-19 de todo el mundo, pese a contar sólo con el 8% de la población mundial.

Durante este mismo período, Brasil se convirtió en la segunda nación más afectada a nivel mundial. Superando los 400.000 mil muertos por el virus. 

Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Producto Interno Bruto (PIB) regional se contrajo un 7,7%, arrastrando el cierre de casi 3 millones de empresas, lo que ha impulsado el desempleo y la informalidad.

Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, asegura  a BBC que aparte de "razones obvias" como la alta tasa de urbanización en la región y la densidad de población que facilitan la transmisión del virus, en todos los países persisten "grandes falencias" en los sistemas de salud y el monitoreo de enfermedades infecciosas.

En Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela hay decenas de hospitales en los que los cilindros de oxígeno escasean y que no han podido satisfacer la demanda provocada por el fuerte aumento de casos de las últimas semanas.

En México se ha reportado el robo de oxígeno en hospitales, mientras que en Venezuela ha proliferado un mercado negro en donde se comercializan no sólo estos aparatos, sino también mascarillas y hasta vacunas.

Peores países

Un estudio entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) le pidió al Colegio de México (Colmex), arrojó que Estados Unidos, Brasil, Colombia y México son los países que peor la han afrontado en todo el mundo.

 Los expertos del Colmex detectaron "enormes" inequidades en los sistemas de salud, y también identificaron factores como el escaso acceso de las poblaciones más pobres a pruebas de detección, así como hacinamiento en viviendas y la necesidad de trasladarse en transporte público masivo.

Flexibilidad de medidas restrictivas

Por otro lado, la flexibilidad de medidas restrictivas ha sido un gran factor en la masificación del virus. Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido impusieron políticas rigurosas y ahora les está yendo bien. En Latinoamérica no fue así.

Sin embargo, explica que en países pobres es más difícil imponer confinamiento muy estrictos o multas, ya que la gente necesita salir a buscar su comida para vivir en el día.

Para la economista Mónica de Bolle, investigadora del centro de estudios Peterson Institute for International Economics (PIIE), en América Latina faltó apoyo a las pequeñas empresas.

 "Fue un error porque esos negocios emplean a mucha gente y tienden a ser vulnerables", aseguró.

Variante brasileña y acceso a las vacunas

Algunos expertos atribuyen el gran contagios a nivel regional a la variante brasileña, identificada a finales del año pasado en Manaos, en el norte de Brasil.

El director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa de Silva, alertó que, si América Latina no logra contener el virus, pueden surgir otras variantes más peligrosas.

De igual forma, el acceso a las vacunas ha sido complicado para varios países de la región. 

Venezuela, por ejemplo, ha recibido 1,4 millones de dosis, según el Ministerio de Salud, una cifra que sólo cubre el 2,3% de la población de 30 millones de habitantes que tiene el país.

Las excepciones son Chile, que ha aplicado unas más de 70 dosis por cada 100 habitantes, y Uruguay, que ha inyectado al menos una dosis a poco más de la mitad de sus 3,5 millones de habitantes.

 

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