En este nuevo capítulo de Rubí, Héctor regresará de la peor manera a la vida de Rubí para hacerle la vida imposible a ella y a Boris.
Maribel y Alejandro aparecen juntos en público en el lanzamiento de un nuevo spot publicitario para la fundación. Esto levanta sospechas en la prensa, quienes quieren tener la primicia y terminan publicando fotografías donde ambos se ven muy acaramelados, generando muy buenos comentarios en redes sociales.
Como a Rubí no la quieren contratar en ninguna parte, termina por aceptar la mansión que Héctor dejó para ella como "herencia". La joven mexicana presiente que algo raro sucede en aquella vivienda, por lo que le pide a Boris que la acompañe.
Rubí decide entrar sola a la gran mansión, cuando comienza a recorrerla se da cuenta que todo está demasiado intacto como para que nadie la habite e incluso la mesa principal tiene comida servida como si alguien supiera que ella iba a llegar al lugar. Precisamente ese alguien es Héctor, quien sorprende de la peor manera a la joven.
Héctor le cuenta en detalle cómo fue que logró ejecutar su plan con tanto éxito. La crueldad y demencia de este hombre es tal que pagó para utilizar el cadáver de un hombre moribundo y así hacerles creer a todos que se había suicidado.
Héctor le informa a Rubí que ahora deberá vivir para siempre bajo sus normas. Cuando la joven trata de escapar, Héctor actúa con la misma violencia de siempre y la amenaza con hacerle daño a su pequeña sobrina o a Alejandro si es que lo vuelve a intentar.
Esta vez el psicópata de Héctor hará todo lo que esté a su alcance para retener a la joven. Su nivel de violencia es tan grande que termina por dejar marcas imborrables en su rostro y una lesión grave en su rodilla que no le permitirá caminar con normalidad, haciéndole creer que perder su belleza es el castigo que merece.
Rubí se entera que Héctor quiere hacer desaparecer para siempre a su sobrina Fernanda y, con la ayuda de Boris, tratará de hacer todo lo posible para que eso no suceda, sin embargo, es una misión demasiado difícil, ya que la mansión está rodeada de hombres peligrosos.
Mientras la policía está en búsqueda de Fernanda, en la mansión reina el caos. Los minutos son claves para salvar a la muchacha y Rubí hace todo lo posible por hacerlo, de hecho, escapa del lugar donde Héctor la deja encerrada únicamente con la intención de enfrentarse a quien sea para lograr su objetivo final.
Cuando Héctor decide hacerle daño a ambas, Boris llega a frenar la situación, provocando que ambas logren escapar por el bosque. El guardaespaldas sale bastante herido tras su valiente hazaña, pero, de igual modo, logra escapar y llega al Hospital donde lo atiende Alejandro.
Antes de morir, Boris le entrega una nota y le pide que por favor la salve. El doctor no lo piensa dos veces y rápidamente va en busca de su viejo amor.
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