Elvira Cristi revela experiencia que la tuvo 10 días en completo silencio

La intérprete de Florencia Márquez fue protagonista en la última edición de la revista “La Hora Mujeres”, donde contó aspectos desconocidos de su vida.

Ha sido una de las interpretaciones más destacadas en nuestra teleserie. Elvira Cristi consiguió brillar dando vida a una de las villanas de “Preciosas”, ganándose los aplausos del público, que comenta de lunes a jueves las acciones de Florencia Márquez, su personaje.

En entrevista con la revista “La Hora Mujeres”, Elvira habló de su rol y lo feliz que se sintió al interpretarlo. “La experiencia ha sido increíble porque trabajar desde un guión tan potente como este, que es realmente bueno, es un lujo. Cada capítulo termina de manera sorpresiva y una ni se imagina cómo se va a desenvolver”, dijo.

“Es que es casi como trabajar en cine, es otro tipo de cámara, distinta a las habituales de las teleseries. Estas tienen un foco limitado, requieren un tratamiento especial de luz, se cambian los lentes. Es un formato nuevo que es un desafío para una como actriz, pero que es muy entretenido. Y el formato de guión y tratamiento también son más parecidos a los de una serie que a una teleserie común. Además, la mayoría de los actores estamos con personajes que son distintos a los que hemos hecho otras veces y eso es interesante”, agregó.

Asimismo, Cristi habló de su vida personal y diversos aspectos que el público desconocía. Uno de ellos fue la ocasión en que participó de una experiencia que la tuvo sin hablar en lo absoluto durante 10 días.

Se trata de Vipassana, una de las técnicas más antiguas de meditación de la India y que Elvira vivió en Chonchi, Chiloé.

“(Fue) un gimnasio del cerebro, muy meditativa, pero matemáticamente perfecta. El maestro te va diciendo lo que te va a pasar esos días, y es así. Yo al tercer día estaba como superangustiada, casi que me quería ir, pero el maestro me explicó, y es tan perfecto que te dicen qué va a pasar día y noche”, afirmó.

Según la actriz, se levantaba a las 4:30 de la mañana y meditaba hasta las 21:30 horas. “Éramos 200 personas. Convives con distintos tipos de personalidades, de ansiedades. Y no puedes hablar, no hay contacto con los demás. Una va aprendiendo y con el paso del tiempo muchos calmaban la ansiedad. Pero fue una experiencia bonita y muy potente”, concluyó.

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