Capítulo 34 / La amenaza de Trinidad
- Por: Ricardo Pérez
Josefa discutió con Gabriel en la escuela al encontrarlo hablando a solas con Karina, por lo que le aseguró que es inapropiado que él esté encerrado con una estudiante en la sala de profesores. Ante eso, el hombre intentó explicarle lo ocurrido, pero la educadora cambió rápidamente de actitud cuando recibió una extraña correspondencia.
Feliciano, ya con más pruebas en manos sobre el trabajo de Daniela, fue a conversar con la hija de Maite para solicitarle que le platique sobre el video de “Vanessa”. Dominga, decidida ocultarle la información al detective, trató de evitarlo, pero él la amenazó al explicarle que, si no confiesa lo que sabe, puede ser interpretado como una obstrucción a la justicia.
Trinidad, aparentemente arrepentida por la actitud que tuvo con Ágata, se disculpó con Alonso y le confesó que está pasando por una situación difícil en su matrimonio, por lo que también aprovechó para preguntarle si ha visto a Benjamín actuando de manera extraña.
En su hogar, Josefa le mostró a Marco el comunicado que recibió donde un grupo de apoderados del colegio la quiere sacar por los supuestos abusos que cometió. La profesora, insistiendo en que Liliana debe aclarar toda la situación, alteró a su esposo quien le gritó para decirle que mejor renuncie a ese trabajo.
En la mansión Vial-Errázuriz, Karina visitó de improvisto a Nacho y le contó sobre Carme, el video y su trabajo, explicándole que finalmente renunció y que descubrió que su ex jefe, Roberto, no era la persona con la que salía su amiga. Además, dejándose llevar por sus sentimientos, Ignacio y Karina se besaron, lo que resultó algo inesperado para ambos.
También en la mansión, Trinidad perdió los estribos con su esposo cuando lo encaró por no llegar a dormir y por su actitud extraña de evitarla a toda costa. Además, por el calor de la discusión, la mujer le sacó en cara a su pareja que, si no fuera gracias a ella, él y sus amigos no estarían en libertad.
En cuanto a Carmen, la mamá de Daniela Solís, llevó a Feliciano hasta el sitio donde trabajaba su hija y Karina, pero se encontraba vació, por lo que el detective dedujo que alguna persona está tratando de limpiar todas las pruebas que había de Daniela y su doble vida.
Ágata, dejándose llevar por su instinto periodístico, fue hasta la casa de Raimundo y le conversó sobre el encuentro que tuvieron la noche anterior, asegurándole que duda que esa “Vanessa” que él le presentó sea su ex.
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