En un nuevo capítulo de Lugares que Hablan, Pancho Saavedra visitó nuevamente la carretera austral y brindó su ayuda a un agricultor de la zona.
En Coyhaique, nos recibieron para contarnos cómo han enfrentado los duros y complejos meses de pandemia. Asimismo, Pancho Saavedra tuvo la oportunidad de conocer a un grupo de mujeres artesanas que confeccionan objetos de inspiración tehuelche y, conocimos las nuevas técnicas de crianza de animales en este territorio.
Y así lo demostró Boris, un agricultor del sector El Fraile que llegó recién hace unos años a vivir a este rincón patagónico. En un inicio, Pancho se encontró con Carmen Zúñiga, madrastra de Boris, y Rafaella, hija del agricultor. La pequeña mencionó que su papá es profesor de educación física pero que también se dedica a la vida de campo. “Se está dedicando a las dos cosas”, dijo Rafaella
Boris es el actual dueño del campo, ya que tenían un proyecto con la mamá de Rafaella que no funcionó debido a su separación. Tenían un plan en conjunto de agroturismo, pero el Covid-19 impidió la prueba piloto.
Mientras Pancho escuchaba la labor que había que hacer con los chanchos, Boris le explicó lo difícil que ha sido adaptarse a esta vida campestre y aprender aquellas cosas que solo los agricultores manejan. “Cuando llegué acá no tenía idea de nada, tenía más ganas que conocimientos. Mi papá se crió en el campo, y ha sido uno de los pilares fundamentales”, expresó Boris, quien está empezando a trabajar con animales.
Se tenía que encargar de los chanchos, de darle sus vitaminas, antiparasitarios y anillos en la nariz (para que no arrasen con la agricultura del sector), y le ofrecieron a Pancho capturar uno de los cerdos.
Revisa aquí este divertido momento de Lugares que Hablan.