Publicidad
Volver a la nota

Pancho Saavedra hizo figura artesanal con “barba de viejo”

Compartir
Publicidad

El conductor de Lugares que Hablan, Pancho Saavedra, creó una figura de pajarito con esta fibra vegetal llamada "barba de viejo".

En este octavo capítulo de la nueva temporada de Lugares que Hablan,      llegamos hasta la Región de Aysén junto a Pancho Saavedra, quien conoció a algunos habitantes de localidades aledañas a Coyhaique. 

El mundo de la carretera austral trajo muchas novedades. Saludamos a uno que otro gaucho del sector, incluyendo la versión moderna de este tipo de habitante patagónico que creó un camping sustentable y eco amigable.

Uno de los panoramas disfrutados por Pancho Saavedra fue el encuentro con un grupo de divertidas mujeres artesanas que desde el año 1998 comenzaron con esta disciplina. Llegamos hasta Villa Ortega, a 32 kilómetros de Coyhaique, una zona que no conocíamos.

Rita, Catalina y Macarena son algunas de las mujeres que pertenecen a este grupo, y que forman parte de un taller de aproximadamente catorce a quince artesanos y artesanas. Su objetivo es transmitir esta disciplina a las nuevas generaciones y se especializan en la creación de figuras de “barba de viejo”, una fibra vegetal que ellos mismos recolectan en el bosque.

Pancho Saavedra y su artesanía

El conductor cuenta que durante el año, en la Escuela de Villa Ortega, les hacen clases de artesanía a los niños, y que en las vacaciones imparten talleres en medio de los bosques de la zona.

Es por eso que invitaron a Pancho Saavedra a crear con sus propias manos una artesanía. El desafío era armar desde cero un pajarito con este material “barba de viejo”, para después pegarlo sobre una roca. Por supuesto, se trata de su primera vez armando una figura de este tipo.

“Aquí había chicas que nunca habían salido de este sector, y gracias al taller hemos podido conocer otros lugares”, cuenta una de las mujeres a Pancho mientras elabora su criatura.

Pese a que Pancho cuenta abiertamente que “yo en artes plásticas siempre me sacaba puros cuatros”, terminó su artesanía y la catalogó como “una obra de arte”.
 

Revisa el divertido momento aquí.

 
Publicidad