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Recordó complejo momento vivido

“Probé de todo”: Leo Méndez recordó sus años de fama y excesos

  • Por: Coni González
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En una nueva edición de “Juego Textual”, el cantante nacional, Leo Méndez, conocido popularmente como DJ Méndez, recordó sus años de fama en Europa y los excesos que esto contrajo. 

Este lunes 2 de enero en “Juego textual”, Sergio Lagos y las panelistas Katty Kowaleczko, “Tita” Ureta, Begoña Basauri, María Jimena Pereyra, “Pepi” Velasco, “Chiqui” Aguayo, Rayén Araya y Yazmín Vásquez, recibieron al músico Leo Méndez.

En la primera sección de la noche, “Campo minado”,el músico recordó sus años de fama en Europa, donde incluso se movía en jet privado para sus giras.

Leo Méndez habló del peak de su carrera y los excesos 

Leo mencionó que no es de las personas que quieren llevarse su dinero a la tumba. “La pasé increíble, la sigo pasando bien, pero de diferente forma. Quise probar y ser yo no más, y yo era un lobo de Wall Street. En el sentido que, no me ahorré nada, quería vivir lo que nunca había vivido. Quizás eso fue muy extremo”, comenzó contando.

“Yo no me voy a llevar dinero a la tumba, soy de otro pensar. Si muy bien sé que tengo hijos, hay que pensar en su futuro, pero también tengo que enseñarles que tienen que ganar su propio dinero. No puedo estar trabajando siempre y que ellos no se preocupen de su futuro. Hoy en día que están grande,si muy bien uno va cambiando, el cuerpo ya no te va aguantando tanta locura….pero soy un nene que quiere seguir pasándola bien no más”, dijo.

Por otro lado, Leo Méndez también habló sobre la fama y los excesos. “Probé de todo, del alcohol a cualquier droga que pudieras nombrar, porque era un loquillo que quería vivir la vida. Tuvo consecuencias”, recordó Leo Méndez.

Justo en su momento más bajo, llegó una ayuda inesperada cuando su productor musical Ola Håkansson, dueño del sello Stockholm Records y creador de bandas como A-Teens y Cardigans, lo mandó a rehabilitación. 

“Él era mi papá musical y me dice: ‘Aquí está tu contrato. Tienes tres horas, te vas al centro de rehabilitación que yo te voy a pagar, o sino lo rompemos’ (...) Yo tomé esa oportunidad, aprendí muchísimo en ese centro y hoy en día puedo seguir viviendo de la música”, recordó el cantante sobre aquella vez que tocó fondo, pero que logró reinventarse musicalmente tras aquella experiencia. 

Recordando aquellos momentos más oscuros, confesó que “estaba pesando 45 kilos, estaba en los huesos. No estaba sano. Dormía con suerte dos o tres horas. Me iba a morir al ritmo que iba, perdí la noción del tiempo”, agregando que ese estilo de vida le costó su primer matrimonio.

Al respecto, aseguró que cuando tuvo la primera oportunidad de grabar un álbum, durmió en un sillón en el estudio durante seis meses. “Grabando día y noche, eso me costó las separación”, confesó Méndez, indicando que ese no fue el único factor, sino también el tema de los excesos.

“Ninoska tuvo que mamarse esta versión mala y tener un hijo más. No tenía tres sino cuatro. Y obviamente nadie aguanta eso. No lo aguantó y ese fue el resultado. Nos separamos”, rememoró el intérprete de “Chiki Chiki”.

De todas formas, pese a todo lo vivido, aseguró que toda experiencia fue útil. “No me arrepiento absolutamente de nada”, indicó.

Revisa en detalle sus declaraciones.

 
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