Este martes se emitió el cuarto capítulo del nuevo programa prime de Canal 13, “Juego textual”, en el que el gran invitado fue Daniel Fuenzalida, quien habló de su pasado como adicto a la cocaína.
El espacio animado por Sergio Lagos partió con la bienvenida de “Chiqui” Aguayo tras su “destierro” en el Caribe, tras lo cual Sergio Lagos introdujo al invitado del día de hoy: el ex conductor de “Me Late”, Daniel “Huevo” Fuenzalida.
En la primera sección de la noche, Katty Kowaleczko preguntó en torno al pasado de Daniel: ¿Creen que un pollo salvó a Daniel de su publicitada adicción al alcohol y la cocaína? El público votó en un 67% que sí, y el invitado confirmó que así fue.
Según explicó, una amiga suya de Temuco lo invitó a realizarse una limpieza con una machi, que lo llevó a internarse todo un fin de semana con otras personas enfermas en un campamento de Nueva Imperial. La última noche el ritual mapuche consistió en acostarse a dormir en una ruca con un pollo, y a la mañana siguiente entregar al ave en sacrificio en un altar. “La idea era que yo tenía que tener contacto físico con él, un roce con la pierna, tenerlo afirmado (...) Yo no sé si el pollo me sirvió, pero a la semana o a los 15 días entré a rehabilitarme y tomé conciencia de lo que me pasaba, y desde ese minuto estoy limpio hasta el día de hoy”, contó el conductor.
La adicción de Daniel se mantuvo, desde el consumo recreativo hasta la dependencia, por 15 años, y se inició cuando estudiaba Comunicación Audiovisual y consumió por primera vez incitado por un compañero para pasar los nervios antes de un examen con un profesor muy difícil, Eduardo Ravani, donde finalmente, gracias a la cocaína, rindió bien.
“Sentía un calorcito por dentro, me sentía distinto, más empoderado, más seguro”, recordó. “Al ser tímido me validé en la cocaína por eso, me dio herramientas que no tenía, un lugar de pertenencia. Pero además me lo quitó absolutamente todo, trabajo, familia, libertad, y en un minuto ya no tenía nada”, señaló.
“Chiqui” Aguayo le preguntó a Daniel cómo compatibilizó su adicción con su paternidad. El ex conductor de “Extra Jóvenes” señaló que cuando fue padre lo único que quería era que su mujer y su hija lo dejaran tranquilo para consumir. “Todo tu tiempo está en función de un consumo o de un carrete o de no tener responsabilidades”, dijo, y recordó que en una ocasión, desesperado por comprar más droga, salió en mitad de la noche en su auto y, sin dinero, entregó como pago la silla de su hija pequeña. Al volver a su casa, quebró el vidrio del auto para poder decirle a su mujer que se la habían robado.
Recién logró salir de su adicción en 2008, tras varios intentos fallidos. Pocos años después de su rehabilitación, regresó a trabajar en televisión, lo que fue todo un desafío considerando que fue en el ambiente televisivo donde él inició su contacto con las drogas, y él debía mantenerse alejado de todo lo que le recordara la adicción, incluyendo los lugares donde antes consumió. Según reveló, se dio cuenta de ese problema recién en 2014, cuando regresó a Chilevisión para ser panelista de “Primer Plano”.
“Ya el día miércoles me empezaba a doler la guata. Yo decía que era raro, será que estoy nervioso, no participo bien, no logro encajar. Me lo cuestionaba desde lo laboral. El jueves el dolor seguía más intenso y el viernes ya no dormía. A los dos o tres meses lo hablo con un sicólogo y me dice que es obvio, si en el camarín donde ahora dejo mi chaqueta yo antes consumía, en el baño al que voy también consumía, en la sala de maquillaje también consumía. Entonces le pedí a producción poder salir de ese programa, por un tema de autocuidado”, reveló.
Para cerrar esta parte de la conversación, Sergio Lagos, quien coincidió con Daniel en sus primeros años en Chilevisión, le confesó: “Debo decir con cierta pena que me hubiese gustado mucho ser más amigo tuyo y tenderte una mano en ese minuto, y me doy cuenta de lo poco que sabía de ti”.