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¿Es la mejor opción?

Estudio del sueño: Retrasar la alarma para despertar podría ser beneficioso

  • Por: Constanza Fernández
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Posponer la alarma del celular en reiteradas ocasiones parece ser la mejor opción para quienes les cuesta despertar por las mañanas, ya que esto puede volverse una tarea realmente compleja y las ganas de seguir durmiendo pueden sentirse más grandes e intensas que las de comenzar un nuevo día. Es por esto que científicos de Suecia y Australia decidieron realizar un estudio respecto a este tema.

Algunos dicen que esta acción podría tener consecuencias en la salud puesto que se rompen los ciclos de sueño, afectando la memoria y el rendimiento durante el día.

Una investigación publicada esta semana en la revista científica Journal of Sleep Research, reveló que retrasar alarma matutina puede no ser tan perjudicial, pues dormitar no tiene efectos evidentes en el sueño nocturno, el estado de ánimo y los niveles de cortisol.

Retrasar la alarma podría ser beneficioso, según estudio

Los científicos realizaron dos estudios: en el primero se encuestó a 1.732 personas con el fin de conocer sus hábitos de sueño y vigilia. Por otro lado, el segundo estudio estuvo enfocado en los patrones del sueño de 31 personas.

Los resultados arrojaron que quienes hacían una siesta matutina de 30 minutos -mientras retrasaban la alarma- llegaban más rápidamente al estado de alerta que los que no dormían.

No se encontraron efectos negativos en que esa siesta por el retraso de alarma tuviera un impacto en la calidad del sueño nocturno, el estado de ánimo o los niveles de cortisol (hormona del estrés).

Los científicos mencionan que su estudio presenta ciertas limitaciones

Algunas de ellas son que solo incluyeron a personas que dormían habitualmente, por lo que los hallazgos no pueden ser replicados en aquellas que tienen dificultades para dormir, y que solo estudiaron los efectos de 30 minutos de siesta.

El trabajo futuro podría evaluar el impacto de tiempos de siesta más prolongados evaluados durante varias noches, así como centrarse en el impacto a más largo plazo de la siesta”, expresan en el estudio.

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