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"Si pudiera elegir un padre, no tengo duda alguna: lo elegiría a él"

"Estoy muy agradecido": odontólogo habla de su vida con su padre con Síndrome de Down

  • Por: Paula Muñoz
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Sader Issa, un joven odontólogo de 25 años, no puede estar más orgulloso y agradecido por la forma en que lo crio su padre, Jad Issa, quien tiene Síndrome de Down.

Fue hace unos años, en 2019, cuando Sader y Jad salieron en varios portales de noticia y se conoció su historia. Y es que en la sociedad actual, aún hay mucho desconocimiento sobre las personas con Síndrome de Down.

La familia Issa es de Siria, y consiguió que su hijo, Sada, lograra graduarse de odontología en una de las mejores universidades de Hama, indica Milenio.

"Mi padre ha hecho todo lo posible por asegurarme una vida normal, como la de cualquier otro niño. Además, un niño criado en el regazo de una persona con síndrome de Down, como yo, tiene todo el amor y ternura que se pueden ofrecer. Él también ha sido mi mayor apoyo económico y psicológico durante mis estudios y por todo ello, estoy muy orgulloso y agradecido", describió Sader sobre su papá.

La historia de Jad Issa y su familia

Jad Issa creció con la habitual incertidumbre en torno a las personas con Síndrome de Down. No sabían ni siquiera si viviría mucho tiempo. Pero a los 18 años logró conseguir un trabajo ante la sorpresa de todos, el que ha mantenido.

Luego, para más impacto de sus cercanos, se enamoró y se casó de su actual esposa, Samira. En 1997 Samira quedó embarazada, naciendo así Sader Issa, indicó Clarín.

Los padres criaron a su hijo con todo el amor que pudieron entregar, por lo que Sader recuerda su infancia como un tiempo lleno de momentos de felicidad.

Pero además del afecto, Jad se preocupó toda su vida de ahorrar, ya que en su mente siempre quiso que Sader lograra entrar a la universidad y fuera un profesional.

"Algo que me encanta es que cuando mi padre me presenta a alguien dice: ‘Mi hijo es médico’. Puedo ver el orgullo en sus ojos", indica Sader.

Actualmente, Jad, de 47 años, sigue trabajando en una fábrica de trigo, en la que se desempeña desde incluso antes que su hijo naciera.

Su hijo solo tiene palabras de agradecimiento hacia él: "Gracias a él, crecí con fortaleza emocional y logré todo lo me propuse. Si pudiera elegir un padre, no tengo duda alguna: lo elegiría a él".

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