La historia de Yasmeena Alí: La estrella porno que escapó de los talibanes
- Por: Matías Llanca Muñoz
En los últimos meses, Afganistán ha sido sacudido por una fuerte crisis política que terminó en la reaparición de los talibanes como principal fuerza dominante, imponiendo una cultura basada en el islamismo radical.
Esta última, amenaza permanentemente tanto los derechos de la mujer como otras libertades, lo cual ha complicado a la estrella de películas para adultos Yasmeena Ali.
La intérprete, de 28 años, nació en Afganistán y actualmente goza de una popularidad que la ha hecho acumular más de 9 millones de seguidores en su Instagram, una fama que no la ha hecho estar exenta de polémica.
La difícil historia de Yasmeena frente al Afganistán actual
Uno de los episodios más difíciles para ella estuvo representado en la ruptura que tuvo que con su familia, sobre todo con su padre, quien fue capturado buscando llegar a Eslovaquia, acusado de complotar para matarla.
Y es que Yasmeena Ali, emigró en la década de los 2000 a Reino Unido, junto a su familia, que fue asilada políticamente por prestar servicios de traducción a las tropas de aquel país durante la invasión a territorio afgano.
No obstante, la vida para ella en un hogar típico de la Afganistán de los talibanes simplemente se trasladó. Por ello, siendo una adolescente escapó de su casa, y se casó con el fotógrafo David Cohen, de ascendencia judía. Tras este hecho y la renuncia a su religión, además de su carrera en el mundo del porno, se ganó la enemistad de su familia.
En 2020, Ali se hizo conocida luego de que su padre, Mohammed Patman, y su primo fueran detenidos por un supuesto complot para matarla porque había “deshonrado a la familia” al elegir su carrera y por haberse casado con un judío.
Los riesgos de ser "la unica actriz porno de Afganistán"
En una entrevista con el New York Post, la actriz sostuvo que cuando empezó a trabajar en la industria, "me sorprendió lo bien que se paga a las mujeres en comparación con sus compañeros de reparto".
Sin embargo, no desconoce los riesgos de ser conocida como "la única estrella porno" del país, lo cual también implicó una dura marca para su familia, con la que asegura no tener relación alguna.
“No tengo ningún contacto con mi familia y no me han dicho cara a cara lo que piensan de mi carrera. Mis padres siempre me inculcaron el miedo: Dios, el infierno, los castigos”, dijo.
A su juicio, el ser considerada como la “única estrella del porno de Afganistán”, subraya la necesidad de una mayor libertad sexual, sostiene.
“No quieren que Afganistán sea conocido por el porno. Creen que son dueños de mi cuerpo y de lo que puedo hacer con él y no tengo derecho a mostrarlo”, declaró la actriz.
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